viernes, 13 de julio de 2012

Sentarse en las sillas del bus no es perjudicial

Colombia tiene su propio mito ridículo: se trata de no sentarse en la silla del bus cuando queda libre, por miedo a que se pueda transmitir algún tipo de enfermedad (!) y espera a que el lugar se enfríe.

Es la superstición autóctona y es igual de absurda que las globales:

El médico de la Universidad de Caldas, Felipe González, dice al respecto que no ha sabido de ningún tipo de dolencia derivada de sentarse en puestos tibios. “Las hemorroides se dan por presión intrabdominal y los granos en las nalgas por irritaciones en la piel debido a diferentes causas, como el roce con la ropa o pequeñas bajas de defensas en la sangre”.

Y es una lástima que después de haber desmitificado tan bien esta ridiculez, los periodistas le hayan dado cabida a una explicación 'metafísica'. Pero quedémonos con lo cuerdo.

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