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viernes, 30 de agosto de 2013

Aventura transgénica




Agro-Bio tuvo la amabilidad de invitarme a su Seminario Internacional Comunicar y Formar en Biotecnología Con-Ciencia.

Mi principal razón para ir fue la presencia de JM Mulet, quien autografió mi ejemplar de Los productos naturales ¡vaya timo!, sorprendido de que el libro impreso se encuentre en el país.



JM Mulet es un tipo que fácilmente clasificaría en el top de personas más buenagentes del mundo, ¡qué sencillez y humor los que maneja! Es increíble que haya personas que busquen difamarlo.

Pero JM Mulet, con sus divertidos mitos y realidades de los transgénicos, no fue el único que estuvo fantástico en el seminario; María Andrea Uscátegui, la directora de Agro-Bio, tuvo la gentileza de hacer un repaso breve y conciso de la situación de biotecnología en el país. Un dato sorprendente de su exposición es que no hay arroz transgénico en el país, que es una de las hipótesis que estaban barajando los ecotalibanes que le dieron eco al panfleto multimedia 970, de Victoria Solano.

Después de JM Mulet, vino la exposición del doctor Francisco Aragão, investigador líder de Recursos Genéticos y Biotecnología de Embrapa (Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria), en donde desarrolló, en conjunto con otros 89 científicos (¡un trabajo en equipo de 90 personas!), un fríjol transgénico resistente al mosaico dorado, que es transmitido por la mosca blanca y no tiene cura. Por si lo deben saber, Embrapa es una empresa pública, cuyos descubrimientos y patentes le pertenecen a Brasil, y no a ninguna multinacional (y así es como se consigue no depender de ellas).

Esto representa un hito, no sólo porque esta sea la primera planta modificada genéticamente en Brasil, sino porque la composición genética de los fríjoles había hecho virtualmente imposible la modificación genética exitosa, hasta hace muy poco. (Quedo debiendo la explicación, porque no tengo una claridad conceptual suficiente al respecto y no quiero contribuir a la confusión ni desinformar.)

Después vino la presentación de Agustín López Munguia, del Instituto de Biotecnología de la UNAM, y miembro del consejo editorial de la revista ¿Cómo ves? Su exposición versó sobre la comunicación de la biotecnología agrícola, y cuestionó la sobrerregulación de los transgénicos, cuando su seguridad ha sido más que establecida - esto está consiguiendo que la opinión pública deje de preocuparse por otros asuntos mucho más riesgosos, entre los que podemos contar las dietas deficientes y la desregulación de otros mercados como el de los suplementos o el de la comida 'orgánica'.

Más adelante, contamos con la exposición de Cecilia Chi-Ham, directora del programa de Ciencia y Tecnología de PIPRA en UC-Davis. Su intervención nos puso al tanto de las ventajas que ha tenido la adopción de la biotecnología agrícola en Honduras, a la vez que nos dio un duchazo de realidad al señalar que las tendencias de producción agrícola serán insuficientes para la demanda en el año 2050 (o sea, no habrá comida para tanta gente). Y Greenpeace tiene una buena porción de responsabilidad en esto.

También nos regocijamos con la conferencia del doctor Paul Chavarriaga-Aguirre del Centro Internacional para la Agricultura Tropical (CIAT), quien adelanta el proyecto de yuca genéticamente modificada, para aumentar su contenido de vitamina A, y tiene otra investigación de semillas sintéticas de yuca que aunque produce semillas 'naturalmente' (semillas sexuales), no sirven para multiplicar la planta porque las semillas no son idénticas a la planta que las produjo, a diferencia de lo que ocurre con el arroz o el fríjol, por ejemplo. Por eso, en yuca, se usan los tallos para propagar el cultivo, que generalmente llevan muchas enfermedades (hongos, bacterias, virus). La semilla sintética sería sana y libre de enfermedades.

Para terminar la jornada, contamos con la experiencia de Mara Brugés, periodista científica, también colombiana, y auditora de la revista AudioInfos, que nos recordó los deberes del periodista científico y los retos del campo, cursito que vendría bien en las principales salas de redacción del país.

El primer día del seminario fue para periodistas, mientras que el segundo fue para científicos - este coincidió con el paro estudiantil que se sumaba al paro nacional. Mientras unos estudiantes desinformados se tomaban las calles pidiendo cambios a la resolución 970 y se oponían a la ciencia, la tecnología y los transgénicos, en nombre de los campesinos y la seguridad alimentaria (?), en el piso 34 del edificio Seguros Tequendama se vibraba con la participación del doctor Alejandro Chaparro, profesor de la Universidad Nacional, que aportó al seminario con su experiencia en desmitificar desde el aula las burradas antitransgénicas cada vez más ilógicas que gritan los estudiantes con mucha ideología y escaso conocimiento.

En un momento, acompañamos a JM Mulet a que comprara souvenires de Banana Republic para su esposa y su hija. Quedó impresionado con la marcha. De hecho, se tomó la foto más graciosa que yo haya visto en mucho tiempo: junto a algún pardillo con carteles antitransgénicos y anti-Monsanto.



Ahh, y hablando de Monsanto, el asistente que me tocó al lado en el segundo día era precisamente el representante de Monsanto, ¿cuáles son las probabilidades? Aproveché la oportunidad para preguntarle por mis cheques y los de Mulet, que siendo "pagados por Monsanto" no hemos visto ni el primer centavo - resulta que se perdieron en el correo.

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