martes, 14 de julio de 2015

Por qué crees que el móvil vibra cuando no lo hace



Cerca del 80% de las personas alguna vez han sentido que su teléfono celular está vibrando cuando está quieto.

En la BBC, Tom Stafford explica por qué ocurre esto — resulta que es parte de una función cerebral saludable:

Eres un ejemplo de un sistema de percepción, como una alarma de incendios, una puerta automática, o una flor de narciso que debe decidir cuando la primavera ha comenzado verdaderamente. Tu cerebro tiene que hacer un juicio perceptual sobre si el teléfono en el bolsillo realmente está vibrando. Y, de forma análoga a una flor de narciso en una cálida mañana de febrero, tiene que decidir si las señales entrantes de la piel cerca de tu bolsillo indican un verdadero cambio en el mundo.

Los psicólogos utilizan un concepto llamado Teoría de Detección de Señales para orientar su pensamiento sobre el problema de los juicios perceptivos. Con el ejemplo de las vibraciones del teléfono, podemos ver cómo explica esta teoría por qué son una parte común e inevitable de la función mental saludable.

Cuando el teléfono está en el bolsillo, el mundo está en uno de dos estados posibles: el teléfono está sonando o no. Tú también tienes dos posibles estados mentales: el juicio de que el teléfono está sonando, o el juicio de que no lo está. Obviamente quieres hacer coincidir estos estados en la forma correcta. Las verdaderas vibraciones deben ir con "está sonando", y ninguna vibración debe ir con "no está sonando". La teoría de detección de señales llama a estas sincronías un "éxito" y un "rechazo correcto", respectivamente.

Pero hay otras dos combinaciones posibles: podrías sincronizar erradamente verdaderas vibraciones con "no está sonando" (una "perdida"); o sincronizar erradamente la ausencia de vibraciones con "está sonando" (una "falsa alarma"). Este segundo tipo de desajuste es lo que pasa cuando imaginas una vibración fantasma del teléfono.

Para situaciones en las que se pueden hacer juicios fáciles, tales como decidir si alguien dice tu nombre en una habitación silenciosa, es probable que hagas sincronizaciones perfectas. Pero cuando los juicios son más difíciles –si tienes que decidir si alguien dice tu nombre en una habitación ruidosa, o tienes que evaluar algo en lo que no eres experto– de vez en cuando ocurrirán sincronías equivocadas. Y estos errores serán o bien perdidas o falsas alarmas.

Suena la alarma


La teoría de detección de señales nos dice que hay dos maneras de cambiar la tasa de sincronizaciones erróneas. La mejor manera es alterar tu sensibilidad a lo que estás tratando de detectar. Esto significaría poner tu teléfono en una vibración más fuerte, o tal vez ponerlo junto a una parte más sensible de tu cuerpo. (No hagas las dos cosas o la gente te mirará raro.) La segunda opción es cambiar el sesgo de modo que seas más o menos propensos a concluir que "está sonando", independientemente de que realmente sea así.

Por supuesto, hay que hacer una compensación. Si no te importa tener más falsas alarmas, puedes evitar tantas perdidas. En otras palabras, puedes estar seguro que siempre notas cuando el teléfono está sonando, pero sólo a expensas de experimentar más vibraciones fantasma.

Estas dos características de un sistema de percepción –sensibilidad y sesgo– siempre están presentes y son independientes la una de la otra. Entre más sensible es un sistema mejor, porque es más capaz de discriminar entre los verdaderos estados del mundo. Pero el sesgo no tiene un óptimo obvio. El nivel apropiado de sesgo depende de los costos y beneficios relativos de diferentes sincronías acertadas y erróneas.

¿Qué significa eso en términos de tu móvil? Podemos suponer que a la gente le gusta notar cuando su teléfono está sonando, y que la mayoría de la gente odia perder una llamada. Esto significa que sus sistemas de percepción han ajustado su sesgo a un nivel que hace poco probables las perdidas. El costo inevitable es una elevada probabilidad de falsas alarmas – de vibraciones fantasma del teléfono. Efectivamente, el mismo estudio que informó de las vibraciones telefónicas fantasma entre casi el 80% de la población también encontró que este tipo de sincronías equivocadas eran particularmente comunes entre las personas que puntuaron más alto en búsqueda de la novedad en una prueba de personalidad. Estas personas asignan un costo más alto a perder una llamada emocionante.

El equilibrio entre las falsas alarmas y las perdidas también explica por qué todos tenemos que soportar que las alarmas de incendio se activen cuando no hay un incendio. No es que las alarmas estén mal diseñadas, sino más bien que son muy sensibles al humo y el calor – y están sesgadas para evitar perderse un incendio real a toda costa. El resultado es un aumento en el número de falsas alarmas. Estas son un inconveniente, pero ni de lejos tan incómodo como morir quemado en tu cama o en la oficina. Las alarmas están diseñadas para pecar de precavidas.

Toda percepción está compuesta por la información del mundo y los sesgos que hemos ajustado a partir de la experiencia. Sentir una vibración fantasma del teléfono no es una especie de alucinación patológica. Simplemente es un reflejo de nuestros sistemas perceptivos casi perfectos haciendo su mejor esfuerzo en un mundo incierto y ruidoso.


(vía Why Evolution Is True | imagen: Pixabay)

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