martes, 11 de agosto de 2020

Pornografía no causa agresión sexual

Aunque resulta muy popular, la idea de que la pornografía causa agresión sexual o que es un factor en la violencia machista carece de sustento empírico.

Desde por lo menos 1999, tenemos evidencia de que el acceso a la pornografía no sólo no causa un incremento en la agresión sexual, sino que, por el contrario, se correlaciona con una reducción dramática de los crímenes sexuales.

Desde entonces han pasado más de 20 años, y se han seguido haciendo muchos estudios al respecto. En julio de 2020, los psicólogos Christopher Ferguson y Richard Hartley condujeron un metaanálisis  en el que examinaron más de 50 estudios sobre la asociación entre la pornografía y la agresión sexual durante los últimos 40 años — esto fue lo que hallaron:
Si la pornografía contribuye o no a la agresión sexual en la vida real ha sido objeto de docenas de estudios durante varias décadas. Sin embargo, los investigadores no han llegado a un consenso sobre si los efectos son reales. El presente meta-análisis examinó estudios experimentales, correlacionales y poblacionales del vínculo entre la pornografía y la agresión sexual desde la década de 1970 hasta la actualidad. Las debilidades metodológicas eran muy comunes en este campo de investigación. Sin embargo, la evidencia no sugirió que la pornografía no violenta estuviera asociada con la agresión sexual. La evidencia fue particularmente débil en los estudios longitudinales, sugiriendo una ausencia de efectos a largo plazo. La pornografía violenta fue débilmente correlacionada con la agresión sexual, aunque la evidencia actual no pudo distinguir entre un efecto de selección en comparación con un efecto de socialización. Los estudios que emplearon más prácticas óptimas tendieron a proporcionar menos evidencia de relaciones, mientras que los estudios con sesgo de citación, una indicación de los efectos de la expectativa de los investigadores, tendieron a tener mayores tamaños de efecto. Los estudios de población indicaron que el aumento de la disponibilidad de pornografía se asocia con la reducción de la agresión sexual a nivel de la población. 

Es llamativo que en una disciplina golpeada por la crisis de replicación, en este tema la mejor evidencia disponible hoy reivindique lo que ya señalaba la evidencia hace 20 años. Asimismo, es curioso que los estudios mal diseñados y más propensos a sesgos de los investigadores sean los que terminan encontrando relación entre agresión sexual y pornografía.

En una entrevista a Ferguson publicada en 360 Magazine, se resalta que la hostilidad, la insensibilidad y el comportamiento delictivo son determinantes de la agresión sexual y que los efectos de esos rasgos de personalidad son mucho más fuertes que los del consumo de pornografía.

Por algún motivo, dudo que esto vaya a cambiar la mente de quienes creen que prohibir la pornografía necesariamente se traducirá en la reducción de la agresión sexual.

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Publicado en De Avanzada po David Osorio | Apóyanos en Patreon

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