Un estudio de Robert-Paul Juster, del Centro de Estudios de Estrés Humano del hospital Lafontaine, en Canadá, acaba de llegar a una conclusión interesante.
Las personas LGBTI que han salido del clóset tienen menos niveles y síntomas de ansiedad, depresión y agotamiento que aquellos que mantienen sus preferencias sexuales en secreto, e incluso son menores que en los heterosexuales.
Las personas LGBTI que han salido del clóset tienen menos niveles y síntomas de ansiedad, depresión y agotamiento que aquellos que mantienen sus preferencias sexuales en secreto, e incluso son menores que en los heterosexuales.