A pesar de que la idea era el fortalecimiento de la igualdad, el espacio fue autoderrotista a ratos, pues era convertido fácilmente en un altoparlante para la más vulgar homofobia.
Desde hace años, el concejo de Santa Marta ha sido infectado con cristianismo, porque la pastora evangélica y concejal Nelly Cadena insiste en iniciar las sesiones con una oración cristiana, práctica que ha defendido de manera deshonesta a como dé lugar.
Pues los ateos de Santa Marta se cansaron e interpusieron un derecho de petición — la respuesta es como para no creer:
La oficina de Bienestar Universitario de la Universidad Nacional está perturbando la bandeja de entrada de sus estudiantes, haciendo promoción del reiki en el correo institucional (!):