domingo, 13 de mayo de 2018

César Augusto Londoño y la intolerancia contra los ateos



Ayer, el periodista colombiano César Augusto Londoño se despachó en Twitter contra los ateos:

sábado, 5 de mayo de 2018

Parecerse a las iglesias



Posiblemente, una de las sorpresas más grandes que uno se lleva cuando se involucra en el activismo laico (al menos en Colombia), es que hay un nada despreciable número de ateos que, por diferentes motivos, se oponen al laicismo. Dejando de lado a los trolls, básicamente podemos dividir a los ateos anti-laicismo en dos categorías: unos lo son porque, de una u otra forma, siguen convencidos del privilegio religioso, la noción de que la religión merece un tratamiento especial que no se le confiere a ningún otro ámbito de la vida humana; de ellos he hablado antes, y seguramente volveré a tratarlos en el futuro.

Pero hoy quiero hablar del segundo grupo: aquellos que se han emancipado de los amigos imaginarios y se han librado de los grilletes del privilegio religioso, pero que en su desdén por la superstición organizada llevan demasiado lejos el propósito de marcar las diferencias. Los que no quieren parecerse en absolutamente nada a las iglesias, pues, y empiezan a ver parecidos en todo.

lunes, 30 de abril de 2018

Sociedad precolombina en Perú sacrificó ritualmente 140 niños



Un equipo financiado por National Geographic acaba de encontrar en Perú la evidencia del que sería, hasta la fecha, el más grande sacrificio masivo de niños de de la historia — aproximadamente hace 550 años, más de 140 niños fueron sacrificados ritualmente por el Imperio Chimú en las costas de Huanchaquito-Las Llamas:

sábado, 21 de abril de 2018

Ateofobia — prejuicio contra ateos es global



Alguna vez alguien criticó poco caritativamente que yo usara la palabra "ateofobia" como si fuera un término inventado por mí (no lo es) carente de utilidad, pero a falta de una palabra con la cual referirse al prejuicio, la discriminacion e intolerancia contra alguien por el hecho de no creer en dioses, ésta ha venido a cumplir esa función y, a diferencia de otras palabras que recuerdo, ateofobia es semánticamente correcta e intelectualmente honesta.

Cualquier ateo que haya expresado su no-creencia en publico ha vivido la intolerancia como parte de las respuestas que recibimos de manera sistemática. Hace unos años se propuso un reto para que los creyentes se pongan en nuestros zapatos por una semana, y vean quién lo tiene más fácil realmente — hasta ahora, que sepamos, nadie ha aceptado el reto. Aunque si no quieren vivir por una semana lo que ha sido nuestro día a día durante años, no sea que empiecen a sentir empatía o algo, tambien está la ciencia.

El año pasado, un estudio dirigido por Will Gervais encontró que el prejuicio contra los ateos está extendido a nivel global — si eso no amerita que tenga su propia palabra, no sé qué pueda hacerlo:

sábado, 14 de abril de 2018

Marcha por la Ciencia 2018: buensalvajismo y corrección política



Hoy es la segunda versión de la Marcha por la Ciencia. Esta nació el año pasado, cuando el presidente americano Donald Trump empezó a enfilar baterías contra las políticas ambientales de Estados Unidos — era un grupo ciudadano que presuntamente defendía la ciencia y sus valores.

Pronto caímos en cuenta que la Marcha había sido secuestrada por la anticiencia y que sus promotores estaban más interesados en hacerle oposición a Trump por cualquier cosa —habiendo tantos temas legítimos para hacerlo— que hasta llegaron a defender a terroristas del Daesh llamándolos "personas marginadas", y culpar a la ciencia, aquello por lo que decían marchar, del lanzamiento de la bomba MOAB.

Ha pasado un año desde aquello, y por encima parece que la Marcha ha puesto algo de orden en su casa — aunque todavía tienen bastante por hacer. Por ejemplo, hace unos días, el Twitter oficial de la Marcha compartió un artículo del Seattle Times lamentable:

lunes, 2 de abril de 2018

La equivocada columna de Bejarano sobre caso Montealegre



Habíamos quedado en que mi alma máter, la gloriosa Universidad Externado de Colombia está siendo atacada por el exfiscal Eduardo Montealegre en un cutre intento de venganza contra el rector Juan Carlos Henao, porque este protegió las arcas de la casa de estudios de la voraz hambre burocrática del primero.

Al parecer, el rector Henao contestó el derecho de petición de Montealegre dándole una lección de derecho constitucional que haría que cualquier abogado que se respete devolviera su diploma y dedique el resto de sus días a la orfebrería. (Digo que parece, porque la respuesta fue publicada por una dudosa cuenta en Twitter creada para darle un barniz de seriedad a los embates del voraz exfiscal; las criaturitas detrás de la cuenta tienen, además, la simpática idea de que bloquearlos en una red social equivale a censurarlos, y tampoco han revelado cómo es que han obtenido la correspondencia que iba dirigida a Montealegre — vamos, que son a la honestidad intelectual lo que la Iglesia Católica es a denunciar curas pederastas.)

Aunque inicialmente sólo le daba tímidos retweets a los trinos del profesor Néstor Osuna, el columnista y profesor Ramiro Bejarano finalmente abordó el tema en su columna de esta semana, titulada Externado... ¡presente! Su versión de los hechos es, cuando menos, pintoresca:

domingo, 25 de marzo de 2018

Montealegre contra el Externado



Uno de los motivos de orgullo en mi vida es haberme graduado de la gloriosa Universidad Externado de Colombia, posiblemente la única casa de estudios —y posiblemente también la única institución— del país que desde su fundación y como parte de sus principios rectores encarna el espíritu de la Ilustración, y la consecuente emancipación del ser humano de los grilletes de la ignorancia y el servilismo.

No creo que la Universidad sea perfecta aunque sí es, de lejos, lo mejor que le ha podido ocurrir a Colombia. Un oasis de civilización y cultura en un desierto de barbarismo. Y cuando ese barbarismo intenta tragarse lo poco rescatable del país, yo no puedo quedarme callado. Y de eso va esta entrada: desde hace unas semanas, el exfiscal General de la Nación Eduardo Montealegre está saboteando a la Universidad en su cruzada personal contra el actual Rector, el doctor Juan Carlos Henao.

jueves, 15 de marzo de 2018

Maíz transgénico ayuda a otros cultivos a combatir plagas



En un novedoso estudio a gran escala, dos investigadores de la Universidad de Maryland —Galen Dively y Dilip Venugopal— han analizado cuarenta años de datos para cuantificar los efectos del maíz Bt, una variedad de maíz transgénico altamente comercializada y exitosa. El estudio trata sobre la efectividad del maíz Bt como una estrategia de manejo de plagas, particularmente para cultivos foráneos o cultivos diferentes en diferentes áreas que el propio maíz Bt.

jueves, 8 de marzo de 2018

La Asociación de Ateos de Cali fue liquidada



El 1° de marzo de 2018 la Asociación de Ateos de Cali fue liquidada — aquí un extracto del comunicado que publicaron al respecto:

viernes, 2 de marzo de 2018

Así sepultó Santos el laicismo en Consejo Mundial de Iglesias



En estos días el presidente Juan Manuel Santos se reunió con el Consejo Mundial de Iglesias. Para muchos, el hecho fue noticioso porque Santos dijo que se podía hacer un buen gobierno siguiendo la Biblia, que es una barbaridad como un planeta, pero pues realmente el terruño no da para más — que el Presidente de un país incivilizado y feudal diga que el buen gobierno viene dado por un libro de pócimas no es exactamente una sorpresa.

Lo que muchos menos notaron es el motivo por el que Santos estaba reunido con el Consejo Mundial de Iglesias, que era una cuestión mucho más trascendental: resulta que My President se encontraba entre todos esos artistas de la estafa porque fue allá a darle sanción presidencial a su Política de 'Libertad' Religiosa y de Cultos.

Y es que esta política de 'libertad' religiosa de Santos ameritaba la celebración con el Consejo Mundial de Iglesias porque marca el fin del laicismo en Colombia — la Política está contenida en la Resolución 0889 de 2017, en donde básicamente el Ministerio del Interior renuncia a la potestad del Estado de intervenir y regular el peligroso y lucrativo negocio de la fe y, a la vez, autoriza a que las iglesias intervengan en la creación de las políticas públicas: