viernes, 27 de septiembre de 2019

Suecia termina excepción para productos antroposóficos vendidos como remedios



Septiembre no ha sido el mes para la pseudociencia en Europa. Primero, Francia dejó de subvencionar la homeopatía; y a partir de este mismo mes, la excepción en la legislación sueca que permitía la venta de 'remedios' antroposóficos que no habían superado las más elementales pruebas exigidas a la verdadera medicina llega a su fin.

Según reporta el European Council of Skeptical Organisations (ECSO):

martes, 3 de septiembre de 2019

Francia dejará de subvencionar la homeopatía



Durante meses, profesionales de la salud en Francia han venido impulsando la campaña #NoFakeMed de concientización e información, para que el sistema de salud público del país galo deje de darle cabida a la pseudomedicina.

Y se acaban de anotar una victoria — la edición del Diario Oficial de Francia del 31 de agosto de 2019 informa que el Ministerio de Salud decidió retirar los preparados homeopáticos de la lista de medicamentos cubiertos por el sistema de sanidad:

miércoles, 14 de agosto de 2019

Donald Trump impulsa fundamentalismo cristiano en América Latina



Ayer, en toda América se publicó la investigación Transnacionales de la Fe, un conjunto de notas periodísticas derivadas de la investigación conjunta de 16 periodistas, 13 medios de varios países, la Facultad de Periodismo de la Universidad de Columbia (EEUU) y el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) sobre cómo la administración de Donald Trump ha amparado y promovido la cruzada antiderechos y ultraconservadora del cristianismo evangélico en toda América Latina.

En resumen, Donald Trump ha usado el poder de la Casa Blanca para que los cristianos evangélicos más fundamentalistas impongan sus creencias privadas en las políticas públicas de todos los países latinoamericanos. El canal de YouTube Ampli ofrece un repaso rápido a cómo ha ocurrido esto:

domingo, 11 de agosto de 2019

La izquierda regresiva se marca un farol... más o menos



Ayer comentaba cómo la izquierda regresiva consiguió su venganza contra Peter Boghossian por atreverse a revelar la bancarrota moral y epistemológica de los sectores de la academia que han sido envenenados por el posmodernismo, primero mediante el engaño del pene conceptual y luego con el de los Estudios de Agravios.

A finales de esta semana la izquierda regresiva estuvo de fiesta pues un anónimo había conseguido publicar una nota completamente inventada en la revista online Quillette. Quillette es un medio en linea fundado por la australiana Claire Lehmann, en 2015 ⁠— en cuatro años, la publicación se ha granjeado el más profundo odio de la izquierda regresiva por atreverse a cuestionar sus dogmas y desafiar el matoneo intelectual de rigor que se le hace a quien no se adhiera a los cánones posmodernos de los tiempos que corren.

Por esa misma razón, Quillette también se ha convertido en un punto de encuentro para quienes rechazamos el autoritarismo que cada vez se hace más prevalente en un nada despreciable sector de la izquierda. De ahí que odien la revista.

La semana pasada, Quillette publicó la nota de un marxista-leninista que se identificó como Archie Carter, quien aseguraba que el Partido Socialista de EEUU (DSA, sigla en ingles) estaba condenado al fracaso por cuenta de la corrección política. El artículo resultó ser el producto de la imaginación de Carter, quien había decidido engañar a la publicación para poner de manifiesto su supuesto sesgo de derecha.

sábado, 10 de agosto de 2019

Peter Boghossian, nueva víctima del posmodernismo



En mayo de 2017, el matemático James Lindsay y el filósofo Peter Boghossian publicaron "El pene conceptual como construcción social" en el journal Cogent Social Sciences — en él afirmaban que los penes no eran órganos reproductivos masculinos sino que eran mejor entendidos como construcciones sociales problemáticas para la humanidad que incluso causaban el cambio climático. La idea era demostrar que cualquier cosa, por absurda que fuera, sería aceptada para publicación en un journal infectado de posmodernismo, siempre y cuando apelara a los sesgos políticos de la junta editorial y los pares revisores (si los hubiera); vamos, que el propósito era demostrar que opiniones infundadas y afirmaciones absurdas y demostrablemente falsas podían ser pasadas por "conocimiento", siempre y cuando fueran presentadas de la manera adecuada. El proceso exactamente contrario a como se hace ciencia.

En 2018, Helen Pluckrose se sumó al equipo y, entre los tres, enviaron a varios journals una serie de papers, cada uno con una premisa mas absurda que el anterior, logrando que les publicaran y premiaran las tesis más reverendamente disparatadas, lo que se vino a conocer como el asunto Sokal al Cuadrado — en esencia, bastaba con identificar cualquier población (verdadera o aparentemente) oprimida e inventarse que cualquier cosa normal es una forma más de opresión, o alternativamente proponer las maneras más humillantes y chovinistas con las que una población "oprimida" podría ejercer su venganza indiscriminada contra los miembros de las supuestas poblaciones opresoras. Toda la empresa estaba diseñada para poner de manifiesto lo podrida que se encuentra la publicación académica allá donde ha sido colonizada por el posmodernismo; nuestros protagonistas le dieron el muy apropiado nombre de Estudios de Agravios.

La cosa no cayó bien en los círculos posmodernos; para su desgracia, y como guinda del pastel, la respuesta estándar de contactar al empleador de quien ose desafiarlos no surtiría efecto en los casos de Lindsay y Pluckrose, pues sus ingresos no tienen lazos formales con la academia ni la creación de políticas públicas, razón por la cual las amenazas de hacerlos despedir terminaban en estrepitosas carcajadas, al igual que los intentos previos de etiquetarlos como defensores de la opresión — más de uno ha terminado con el ego en la unidad de cuidados intensivos, después de que sus acusaciones pasaran por el ojo clínico con el que Lindsay analiza y pone de manifiesto la bancarrota moral y epistemológica del posmodernismo.

El caso de Boghossian, sin embargo, es otro cantar. Él es profesor de la Universidad Estatal de Portland (PSU) en Oregon (EEUU), y por tanto, a él sí le podían joder la vida por atreverse a dejarlos en evidencia. Así que no tardaron mucho en llegar quejas a la Universidad —muchas anónimas—, acusándolo de haber participado en publicaciones que atentaban contra las guías éticas de publicación y, en menos de un santiamén, el Comité de Ética de PSU le abrió una investigación por mala conducta ética.

viernes, 9 de agosto de 2019

FBI considera teorías de la conspiración una amenaza



Durante años, los escépticos hemos señalado que las teorías conspiranóicas no sólo son excentricidades entretenidas con las cuáles mirar con penita a los magufos, sino que son peligrosas porque —como no se cansan de demostrarlo las religiones— cuando las personas actúan con base en sus creencias irracionales, ellas y quienes les rodean suelen terminar viendo su integridad, salud, fuente de ingresos, ahorros, dignidad y hasta sus vidas en peligro.

Pues solo hasta agosto de 2019 el FBI espabiló y advirtió la amenaza que se esconde detrás de las teorías conspiranóicas:

jueves, 11 de julio de 2019

"¡Rechazo su hipótesis!"



A finales de julio se llevará a cabo el lanzamiento mundial de la novena película de Quentin Tarantino, Once Upon a Time... in Hollywood, una ucronía en clave de dramedia que narraría los días que precedieron al asesinato de la actriz Sharon Tate en agosto de 1969 a manos del culto de Charles Manson; los hechos son contados a través de los vecinos de Tate — el actor Rick Dalton y su doble de acción Cliff Booth, interpretados respectivamente por Leonardo DiCaprio y Brad Pitt.

sábado, 29 de junio de 2019

'Science' se niega a publicar replicación fallida de estudio que habían publicado



Desde hace unos años, la psicología atraviesa una crisis de replicación, que consiste en que intentos recientes por reproducir muchos de los que eran considerados grandes hallazgos en psicología, han fracasado épicamente, por muchos motivos (algunos de los cuales mencionamos brevemente en otra ocasión)

Hasta ahora, uno de esos grandes hallazgos en psicología era un paper que fue publicado por Science en 2008, en el que sus autores reportaban diferencias fisiológicas entre liberales y conservadores — lo que más o menos vendría a significar que la ideología política tendría bases biológicas. Una idea extraordinaria como la copa de un pino, que es repetida frecuentemente en los medios de comunicación —al fin y al cabo, ¡fue publicada en Science!— y podría tener muchas implicaciones sociales y políticas.

Pues inspirados por ese estudio, un grupo de cuatro investigadores —Kevin Arceneaux, Bert Bakker, Claire Gothreau y Gus Shumacher— recaudó fondos para crear un laboratorio con costosos instrumentos que les permitieran medir reacciones fisiológicas y replicar el estudio original.

Para su sorpresa, los resultados no pudieron ser replicados —algo relativamente común en el quehacer científico—, pero el verdadero shock vino después, cuando Science se negó a publicar sus hallazgos, y tampoco retiró el artículo original. En palabras del equipo de investigadores:

jueves, 27 de junio de 2019

La religión pierde terreno en el mundo árabe



La encuestadora Arab Barometer acaba de hacer públicos sus más recientes resultados sobre las actitudes en el mundo árabe sobre temas sociales, politicos y religiosos.

La buena noticia es que la religiosidad ha disminuido:

jueves, 2 de mayo de 2019

Marcha por la Ciencia 2019: regresa el posmodernismo



En 2017, una de las respuestas a la elección de Donald Trump fue la organización de una Marcha por la Ciencia — en principio, esta es una buena idea, en vista de la voracidad de Trump por desarrollar políticas públicas populares que desafían el conocimiento humano acumulado. El asalto de Trump a la ciencia merecía una respuesta de esta magnitud; sin embargo, más pronto que tarde, resultó que quienes organizaban la Marcha por la Ciencia estaban más interesados en promover teorías conspiranóicas como la de la interseccionalidad y su filofascista interpretación de lo que es la "diversidad", y en su celo ideológico llegaron a defender al Daesh y acusar a la ciencia de ser la directa responsable del lanzamiento de la bomba MOAB. Con esos defensores, para qué enemigos.

A pesar de esto —o, en parte como resultado; vaya uno a saber en estos días— la Marcha fue un éxito, así que hubo una convocatoria en 2018: esta vez escondieron un poco sus disparates woke, y prefirieron limitarse al buensalvajismo y la corrección política; de nuevo consiguiendo convocar a miles de personas.

Pues este sábado 4 de mayo —el mismísimo día de Star Wars— se llevará a cabo la Marcha por la Ciencia 2019 y, me temo, no traigo buenas noticias.