jueves, 29 de septiembre de 2011

Instrucciones para reencarnar: no en China

¡Pues sí! A mí también me pareció extraño y de hecho todavía estoy un poco anonadado por esto.

Resulta que China quiere nombrar al próximo Dalái Lama y él no se quiere dejar:

"Nunca ha habido la práctica de un dalái lama que identifique a su propio sucesor", declaró Hong Lei, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino en su rueda de prensa diaria, ante el anuncio del dalái lama de que dejará instrucciones sobre cómo llevar a cabo su reencarnación.

¡Ahh, carajo! Ahora resulta que el gobierno chino cree en la reencarnación.

Hong recordó que el título del actual líder tibetano, en el exilio desde 1959, fue aprobado por la entonces República de China (1911-1949), y que ahora debe seguir las leyes y regulaciones de la actual República Popular China.

Esto resulta irónico.

China eligió a ese tirano mediante leyes humanas. Creo que esto es el anticlímax de la metafísica: seres físicos, mundanos, humanos decretando leyes que median en el mundo sobrenatural. No felices con acabar nuestro mundo, también acabamos los mundos imaginarios. Que se cuiden los cristianos, no sea que los chinos acaben con su Disneylandia celestial.

El pasado fin de semana, el actual dalái lama, de 76 años, señaló que cuando tenga unos 90 años consultará con maestros budistas para evaluar si la institución debe continuar y dejará instrucciones sobre el modo en que se deberá llevar a cabo su reencarnación.

Ahh, es que hay un proceso y todo. No es que él reencarne -así como cuando uno reencarna- sino que es con instrucciones. Espero que sea un libro libre de derechos de autor. ¡Y ojalá salga la edición de bolsillo e ilustrada!

El actual líder, Tenzin Gyatso, nacido en 1935 y XIV reencarnación del dalái, ha señalado que hay varias opciones para sustituirle cuando llegue su muerte, incluida la elección por votación de un nuevo dalái lama de entre otros lamas.

Considera, además, que si se procede por el método tradicional de encontrar un niño que dé señales de ser la reencarnación, como ocurrió con él mismo, deberá haber nacido y ser iniciado en los ritos tibetanos fuera de China e incluso podría ser una mujer.

Y ahora el líder budista terminó de darle la estocada final a lo que quedaba de esa inmisericorde y violenta superstición, que ahora perseguirá a todos sus opositores por igual en vez de darle un trato 'preferencial' a las mujeres.

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