lunes, 17 de octubre de 2011

Como en los tiempos de Abraham

En los alrededores de Kampala, la capital de Uganda, se están sacrificando niños para que algún ser sobrenatural -como todos ellos, sediento de sangre y amante de la muerte- les colabore económicamente:

Tienen la creencia de que cuando uno sacrifica a un niño uno se vuelve rico, y hay personas que están dispuestas a comprar a estos niños por un precio. Por lo que se han convertido en una mercancía de intercambio, el sacrificio de niños se ha convertido en un negocio comercial.

Ha habido niños decapitados, castrados, enterrados vivos, cortados por chamanes que prometen prosperidad... y la policía ugandesa no está haciendo absolutamente nada, salvo pagándole a las víctimas -los familiares también son víctimas- por su silencio.


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