miércoles, 11 de febrero de 2015

No, los humanos no somos una plaga



Hoy en día, la misantropía es una idea popular que goza de buena salud y su inconfudible retórica —escupida por personas que, incomprensiblemente, no se suicidan— abunda en Internet.

La película Matrix proporciona un claro ejemplo, cuando el Agente Smith intenta justificar que los humanos debemos ser exterminados (spoilers):



Quisiera compartir una revelación que he tenido desde que estoy aquí. Ésta me sobrevino cuando intenté clasificar su especie. Verá, me di cuenta de que, en realidad, no son mamíferos.

Todos los mamíferos de este planeta desarrollan instintivamente un lógico equilibrio con el hábitat natural que les rodea, pero los humanos no lo hacen. Se trasladan a un zona y se multiplican y siguen multiplicándose hasta que todos los recursos naturales se agotan, así que el único modo de sobrevivir es extendiéndose hasta otra zona. Existe otro organismo en este planeta que sigue el mismo patrón. ¿Sabe cuál es? Un virus. Los humanos son una enfermedad. Son el cáncer de este planeta. Son una plaga. Y nosotros somos la única cura.

En un provocador artículo en el que analiza por qué algunas frases populares de película están equivocadas, mi amigo Ed Clint le dedica una contundente respuesta a Smith (las palabras del agente están en cursiva):

Más que los otros puntos en esta lista, esto es algo que la gente a menudo cree que es verdad, a pesar de que cada palabra de ello es equivocada y carece de comprensión. Vamos a desmenuzarla.

Todos los mamíferos de este planeta desarrollan instintivamente un lógico equilibrio con el hábitat natural que les rodea, pero los humanos no lo hacen.

Esto es algo que los biólogos creían a mediados del siglo XX. El zoólogo VC Wynne-Edwards formalizó esta idea de que los animales instintivamente predarán menos por el bien del grupo, lo que ahora es llamado a veces ingenuo seleccionismo de grupo. Fue desacreditado por George Williams y otros poco después. Es simplemente falso. Si pueden, los mamíferos depredadores pueden cazar, cazarán y han cazado a sus presas hasta la extinción antes de perecer ellos mismos. A menudo vemos depredadores y presas en un equilibrio relativo, pero debería ser obvio por qué: los que no logran el equilibrio se extinguen y no están por ahí para que los veamos.

Se trasladan a un zona y se multiplican y siguen multiplicándose hasta que todos los recursos naturales se agotan, así que el único modo de sobrevivir es extendiéndose hasta otra zona.

Sí, porque los seres humanos no han sobrevivido en un área por mucho tiempo... a menos que consideremos que decenas o cientos de miles de años son mucho tiempo. Desde sociedades de ciudades urbanas a tribus de pequeña escala viven bastante sosteniblemente, y lo han hecho por miles de años. Sí tendemos a extendernos y en eso somos mejores que la mayoría de las especies (yo diría que los insectos y las bacterias son mucho mejores), pero cada especie se esparce por si puede.

Existe otro organismo en este planeta que sigue el mismo patrón. ¿Sabe cuál es? Un virus.

Técnicamente, un virus no es un organismo. Es completamente incapaz de extenderse. Los virus no tienen movilidad, sólo pueden hacer autostop. Asimismo, no necesitan extenderse para "sobrevivir". Al parecer, ellos pueden permanecer en estasis y esperar. O pueden volverse endógenos, parte del genoma de un huésped; o pueden llegar a ser mutualistas, como los bacteriófagos que infectan bacterias que a su vez tienen como objetivo infectar a los animales.

[Los humanos] Son una plaga. Y nosotros somos la única cura.

¿Ehh, qué? Las máquinas dependen de los seres humanos para su propia supervivencia (aunque por razones absurdas). ¿Y cómo es que las máquinas son diferentes? ¿Con qué especies coexisten pacíficamente? Parece que con ninguna. Incluso después de que ganaron claramente la ventaja y, básicamente, están a cargo del planeta, todavía buscan la dominación total o la erradicación de los seres humanos. Tal como haría un virus.

La idea central de que los seres humanos somos especialmente egoístas y agentes destructivos entre las especies sólo puede ser denominada como espectacularmente ignorante. Los seres humanos, aún con todas las fallas, errores y egoísmos, parecen ser la especie que trajo por primera vez al planeta Tierra los verdaderos sentidos de justicia, previsión y respeto por la vida en sí misma.

Las bacterias, los lobos y los chimpancés destruyen con gusto sus propias ecologías, su propia presa. No van a pensar en las consecuencias a largo plazo, no van a derramar una lágrima. Ellos simplemente no tienen esas habilidades. Por lo que sabemos, los humanos (o al menos, los homínidos) somos los primeros capaces de hacer eso. El primero en preocuparse de que una especie viva, por el puro amor de su derecho a vivir. Somos los primeros que realmente nos preocupamos por la sostenibilidad y como resultado modificamos nuestro comportamiento.

El Agente Smith no estaba simplemente equivocado, estaba totalmente equivocado, en 180º, tan equivocado como pudo haberlo estado.

(Imagen: Taringa)

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