Leonardo Gegary Tunugama asesinó a dos personas y debería ir a prisión... o eso creyó un juez competente (o que al menos entiende el problema del doble rasero).
Pero para la Corte Constitucional Gegary es víctima del aparato de justicia porque, aparentemente, su color de piel y su etnia le garantizan instalaciones especiales (!):
Más de 80 estudiantes de Veterinaria y Zootecnia de la universidad indígena Tupak Katarirecibieron castigos físicos y 'lecciones' de "valores y defensa del Estado" en una unidad militar (!). Los castigos físicos consistieron en pisotearlos a la intemperie y lanzarles gases lacrimógenos.
[En abril no hubo resumen de CBR por motivos ajenos a mi voluntad; sin embargo, pueden hacerse a la idea de lo que pasó con los comentarios en Facebook y Twitter. Disculpen los inconvenientes.]
El Tiempo reseña la labor de Iliana Curiel, una wayú que estudió medicina, se especializó en pediatría, es mágister en Salud Pública y aplica todo ese conocimiento para ayudar a las comunidades indígenas del país, cuando no está trabajando en varios centros asistenciales de Barranquilla:
Los relativistas culturales sostienen que las culturas son sagradas, deben detenerse en el tiempo, conservarse tal como están y no debemos intervenir en ellas (las mejores esperanzas y calidad de vida son sólo para occidentales).
Cualquier tipo de interferencia en esa burbuja cultural enemiga de la diversidad es considerada "imperialismo cultural". Occidente siempre es el único acusado de imperialismo cultural; sin embargo, un yogui charlatán interfiriendo en las comunidades arhuacas les produce orgasmos.
La madre Laura va a ser canonizada y ya han anunciado que desperdiciarán dineros públicos haciendo un mausoleo y estableciendo un nuevo festivo en su honor.
Ahora, un tal Hernán Olano, de la Universidad de la Sabana (propiedad del Opus Dei), nos lista unos "motivos para celebrar" que en realidad se reducen a un párrafo: