En Colombia ha hecho carrera la idea de que se necesita una dictadura. Sí, una dictadura — gente que nunca ha experimentado en carne propia los excesos y abusos del Estado colombiano, que cree que lo que falta en Colombia es aún menos libertad, menos igualdad y más violaciones a los DDHH. Porque, si el autoritarismo típico de la región no ha conseguido civilizarnos, lo único que conseguirá hacerlo es redoblar la apuesta y meternos de lleno en el totalitarismo. ¡Ajá!
Usando como punto de partida la confesión de Donald Trump Jr., de que aceptó la oferta de ayuda de una potencia enemiga para socavar la campaña de Hillary Clinton, Mauricio-José Schwarz hace un agudo comentario sobre esa actitud de desprecio a las instituciones democráticas —al parecer en España las cosas tampoco pintan bien—: