En octubre, unos manifestantes pacíficos que reclamaron por la apropiación que el sacerdote Jesús Hernán Orjuela, alias padre Chucho, hizo de un parque del barrio Castilla en la localidad de Kennedy (Bogotá) para hacer sus rituales. Ese día, los defensores del espacio público sufrieron amor cristiano y abuso policial a raudales — les rompieron cámaras y pancartas, los atacaron con palos y hasta los privaron ilegalmente de su libertad por varias horas.
Hace dos años, Orjuela prometió no volver a hacer las misas en el parque y en esa ocasión rompió su palabra. Esta vez, el padre Chucho volvió 'prometer' respeto al espacio público pero no parece estar muy dispuesto a cumplir. (Es que el Octavo Mandamiento no es tan importante después de todo.)
Ahora, la alcaldía local de Kennedy citó a los manifestantes y a los violentos feligreses del padre Chucho para conciliar. Una persona ingenua pensaría que la iglesia va a reponer las cámaras y ofrecer disculpas públicas por las agresiones y la instigación activa desde el púlpito. Pues resulta que no. Ellos quieren que se restablezcan las misas campales, a pesar de que está prohibido por ley. ¡Tras de cotudos, con paperas!
Y bueno, hasta cabe esperar que las víctimas de este lavado cerebral no entiendan que las leyes son para todos y que las leyes de la República están por encima de los caprichos de su amo mental o del dictador celestial que este dice representar, pero el problema no es ese.
El problema es que la alcaldía de Bogotá propuso una solución 'salomónica', en la que sugiere permitir que se hagan las misas, como advierte Bogotá Atea:
Conciliador de la Alcaldía: Propone ceder a la comunidad usuaria de las misas los días catorce de cada mes. La realización de la misa los domingos solo dentro del templo, pero si la iglesia está muy llena las personas se podrán ubicar en el parque público.
En otras palabras: la alcaldía de Bogotá propuso una solución ilegal, que favorecería a una iglesia por encima de las supersticiones de la competencia.
De hecho, la propuesta quedó registrada en el acta de la reunión:
Toma la palabra del doctor Jose Cuesta, manifiesta que quería conocer el tema, que ha escuchado en detalle a todas las partes, que hay muchos elementos para repensar el sentido de lo público, convivencias democráticas desde la Constitución Política que promueve el sentido laico del estado social de derecho.
[...]
Solicita ir con la actitud de la razonabilidad, Popper, y que cada uno de los participantes de esta reunión se ponga en las posiciones contrarias. Si es solamente una situación legal solo con autioridades competentes será esperar una decisión que tomarían los jueces y fiscales. Pero en este escenario, particlarmente hoy, estas personas que hoy nos reunimos son nuevas ciudadanías, y hace un llamado a no darle trascendental importancia a cada parágrafo de la norma sino que esta sea una escuela en la que podamos realizar una reconciliación en esta época de posconflicto.
Cual es la fórmula institucional que se propone:
1) Convoca a católicos, los domingos debe haber autor[r]egulación, que los domingos en las ceremonias religiosas serán dentro del templo, solicita que de una vez no se pronuncien, que lo piensen, no se debe decidir de una vez, ojalá el viernes haya consenso.
2) Los días 14 de cada mes es el otro tema: es una sociedad trascendida por la parte religiosa, el estado debe diseñar programas para esa comunidad, que los días 14 en DOS HORAS, que se realice actividad religiosa tipo misa campal respetando niveles de ruido y con los programas de riesgo y mitigación y programa de evacuación de emergencias. Es una propuesta que debe ser pensada. Se deben acoger a norma de decibeles permitidos, de residuos, que fortalezcan los lazos de confianza, que el parque se use por toda la comunidad en diferentes actividades. Que todos se apropien democráticamente para la resignificación de este espacio público.
El señor Cuesta es el subsecretario de Asuntos Locales de la Alcladía Mayor de Bogotá. Después de su intervención, tomó la palabra el alcalde local de Kennedy, César Moreno, quien repitió la oferta ilegal de las misas campales los días 14 de cada mes.
Como todos los ritos religiosos están prohibidos en los parques vecinales sin ningún tipo de excepción, lo más absurdo fue que, mientras hacían la oferta ilegal, la Alcaldía se preocupara por los niveles de ruido.
Si están autorizando a violar impunemente un decreto, ¿qué importa si rompen además un par de contravenciones? Untado el dedo, untada la mano. Hay que ser muy incoherente en la vida para preocuparse por el respeto a las pequeñas normas mientras se está concediendo impunidad para violar las normas grandes.
Y pues en la Alcaldía están muy equivocados — Colombia es un Estado laico y eso es lo único que (medio) garantiza el respeto a los ateos y otras minorías, así que uno tendría que estar muy tarado para "no darle trascendental importancia a cada parágrafo" de toda la jurisprudencia de constitucional que consagra que ni los católicos ni nadie más tienen por qué recibir tratamientos especiales sólo por tener una creencia.
No se explica uno qué hacen personas que no tienen la más remota idea sobre el imperio de la ley, a cargo de entidades públicas — ahh, sí, es que Colombia es Banana Republic.
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