Gran parte del éxito del que gozan los vendedores de humo se debe a cómo se sienten sus víctimas durante la consulta, ya que muchos de ellos sienten alguna especie de conexión, como si de la nada el estafador supiera cómo se sienten y conectara enigmáticamente con ellos.
Posiblemente no exista un término del que se haya abusado más por parte de los vendedores de aire que el "aura", con excepción tal vez de "la energía".
Sin embargo, allá donde los charlatanes abusan de la retórica y las lecturas en frío, la Ciencia explica que no es un fenómeno sobrenatural ni conlleva propiedades extraordinarias: