
En una soberbia columna, Klaus Ziegler explica los peligros de la pseudociencia 'naturista' y por qué deben ser regulados.
Con esta estocada la sacó del estadio:

Lo primero que leí de Fernando Vallejo fue La puta de Babilonia. Me gustó. Luego vi La virgen de los sicarios y empecé a considerar a Vallejo como un hábil escritor pero cuya hipocresía empezaba a molestarme. (¿Cómo es que él viola niños -o los prostituye- y luego va y le critica a la Iglesia su versión de "dejar que los niños se acerquen a mí"?). Eso, además de su desprecio nihilista por la vida humana, en lo que también da gigantescas muestras hipocresía. ¿Cómo es que ataca a los terroristas por asesinos, pero considera que la vida es un crímen?
Klaus Ziegler sigue cultivando mi admiración por su forma de pensar y sus columnas. De hecho me molesta un poco que no haya abundante información sobre él en Internet.