
Para los librepensadores resulta un tanto difícil encontrar colegios que se ajusten a los valores ilustrados y civilizados con los cuales quieren educar a sus hijos. Aunque en teoría, Colombia es un estado laico, las directivas de muchos colegios públicos aprovechan la poca regulación y lo poco que le importa esto a las autoridades para adoctrinar a los niños.