Cuando todavía era presidente, el gobierno de Sarkozy le pidió a la Unión Europea que rechazara el maíz transgénico y para ello aprotó documentación fraudulenta, verdades a medias y estudios poco serios - la típica documentación antitransgénica.
Afortunadamente la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, sus iniciales en inglés) cuenta con gente competente que pudo ver a través de les mensonges:
Aquí los transgénicos reciben mayor cubrimiento y mejor prensa que otros campos científicos porque hay muchos, pero muchísimos esfuerzos por atacarlos simplemente porque sí, a punta de mentiras y datos manipulados. A ver si contrarrestamos eso.
Greenpeace ha hecho todo cuanto ha estado en su poder para promover la anticiencia.
En su ciega y panfletaria publicidad en contra de la ingeniería genética y los transgénicos, los eco-talibanes de Greenpeace han sido cualquier cosa, menos honestos.