La tabla ouija
no tiene ningún misterio: es un pedazo de madera sobre el que los ingenuos mueven un puntero creyendo que lo hacen los espíritus. En realidad, se trata del
efecto ideomotor, el cual conocemos desde hace
más de 100 años.
Ahora,
NatGeo llevó a cabo un experimento en el que, después de obtener respuestas claras de los 'espíritus', le pidió a los participantes repitieran las preguntas pero esta vez
con los ojos vendados — curiosamente, en esta ocasión, los
'espíritus' no supieron responder lo que antes habían indicado con perfecta claridad: