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lunes, 11 de julio de 2016

Daniel Coronell: "Alejandro Ordóñez es quien más daño ha hecho al país"



Daniel Coronell acaba de publicar su libro Recordar es morir, en donde hace una radiografía del pasado reciente de Colombia y republica algunas de sus columnas.

En entrevista de Caracol con motivo del libro, Coronell explica por qué el actual procurador, Alejandro Ordóñez, es el personaje más siniestro en la historia reciente del país:

martes, 28 de julio de 2015

Los peones contra la eutanasia



En su columna de esta semana, Daniel Coronell explica que Colombia es un Estado laico y luego repasa cómo la Procuraduría General de la Nación —convertida por Alejandro Ordóñez en órgano inquisitorial del más cavernario y ultramontano catolicismo— desperdicia el dinero de los contribuyentes para imponernos a todos los ciudadanos los dogmas de su superstición, en estos días su oposición a la eutanasia.

La columna, titulada El derecho al pecado, pasa revista a los peones que Ordóñez ha usado para esto — gente bastante peligrosa:

martes, 30 de abril de 2013

Alejandro Ordóñez sería negador del Holocausto



El fundamentalista Alejandro Ordóñez, procurador general de la Nación, ha dejado de aplicar la Constitución y las leyes para imponer su agenda católica ultraortodoxa, de la orden lefebvrista.

Daniel Coronell destaca cómo Ordóñez se rehusó a responder una pregunta acerca de si sigue la doctrina negacionista lefebvrista que desconoce el Holocausto:

lunes, 25 de febrero de 2013

Alejandro Ordóñez sí quemó libros

Desde la Asociación de Ateos y Agnósticos de Bogotá, le pedimos al procurador Alejandro Ordóñez que repusiera los libros que quemó en su juventud, como muestra de compromiso con la institucionalidad colombiana.

En su respuesta, Ordóñez señaló esos hechos como si fueran invenciones mediáticas que hacen parte de alguna campaña de desprestigio o algo así. Ahora, gracias a Daniel Coronell, sabemos que esto no es así:

martes, 1 de noviembre de 2011

¿Qué pasa con los líderes de opinión?

De Colombia siempre se ha dicho que no tenemos memoria. Es cierto. Por ejemplo José Darío Salazar, alias Cielito Lindo, ilustre miembro del partido conservador le reclamaba a Petro su militancia y herencia en el M-19, alegando que él no tenía 'autoridad moral', desconociendo -o mejor, ignorando voluntariamente- por completo su propia herencia conservadora de asesinos y descuartizadores.

De un conservador no esperaría menos hipocresía, y de Cielito Lindo sí que no espero ni un ápice de moral ni ética, sin embargo, un rápido examen a los líderes de opinión del país muestra un panorama algo desolador. Para la muestra, es sorprendente la alta estima que ellos le tienen a Enrique Peñalosa y uno no puede más que preguntarse qué hacen para no ver más allá de la imagen del político.

domingo, 3 de julio de 2011

Alejandro Ordóñez es más que un católico ultramontano

Ya he advertido en varias ocasiones sobre el filofascista antiprocurador Alejandro Ordóñez, quien todavía no entiende de separación entre la iglesia y el Estado, y busca imponerle las anacrónicas, absurdas y estúpidas doctrinas de sus amos mentales, los Papas protectores de pederastas, a toda la sociedad colombiana.

Ahora, Daniel Samper Pizano le saca más trapitos al sol:

domingo, 9 de enero de 2011

Colombia, Banana Republic: Un Charlatán en Publicaciones Semana

Parece que publicaciones Semana no se podía aguantar las ganas y tiene que seguir socavando su credibilidad.

Ya los critiqué una vez por promocionar el ReiKi en la sección de Salud, la segunda vez fue por distribuir el reportaje de Reyes Magos y hoy es porque entrevistan a un psíquico.

Igual me daría si entrevistaran a un fontanero o a un albañil, con la diferencia de que los resultados de estos honorables trabajos pueden ser verificados, comprobados y su método inquirido.

En cambio, con la entrevista al psíquico Armando Martí -quien fue protagonista de un escándalo porque había sido contratado por el entonces Fiscal General, Mario Iguarán Arana- no hay forma de saber si miente o dice la verdad. Afirma poseer un sexto sentido del que no puede aportar prueba alguna y no ofrece garantías de sus afirmaciones. De hecho, de la entrevista se destaca que afirma que su predicción se cumplió, cuando -evidente y afortunadamente- no lo hizo:
SEMANA: ¿Y qué pasó con su predicción de la segunda reelección de Uribe que no se cumplió?

A.M.:
Yo no soy dueño de la verdad. La reelección como reelección se dio, las firmas fueron aprobadas, pero la actitud del Presidente fue muy pasiva. Él pudo haber recurrido a otras cosas, pero quedó pasmado y no actuó.

He aquí un charlatán que en vez de ser puesto en ridículo por la prensa, los periodistas lo están presentando como alguien confiable con un trabajo respetable. Pues lo siento, pero ningún trabajo respetable consiste en engañar a las personas. En palabras de SKA-P, el tipo es un Casposo: un estafador con total impunidad.

Supongo que el prestigio de la casa editorial se mantiene gracias a los columnistas con que cuenta.

En una columna de opinión de esa revista, Daniel Coronell probó que las predicciones del "psíquico del búnker" no son otra cosa que pura palabrería.

María Jimena Duzán, también columnista de Semana, expresa el problema de una forma que me parece adecuada:

¿qué país serio permite que el fiscal general contrate a un psíquico para destapar la corrupción interna?

[...]

En un país serio, un psíquico como Martí no pasaría de ser un charlatán bien educado que se lucra de uno que otro incauto. En un país como Colombia donde la impunidad pesa más que el imperio de la ley, los psíquicos terminan convertidos en oráculos todopoderosos.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Cristianofobia

El filósofo nunca ha matado a un sacerdote, mientras que el sacerdote sí ha matado a muchos filósofos” – Denis Diderot

Gracias a las columnas de Daniel Coronell, María Jimena Duzán y Ramiro Bejerano, ahora sabemos que el tristemente célebre nuevo Procurador General de la Nación, Alejandro Ordoñez es la persona menos idónea para ocupar el cargo de Procurador, en vista de que sus convicciones —¿fanatismo?— religiosas lo hacen una persona poco tolerante, como se refleja en la quema de libros de la biblioteca Gabriel Turbay que fue liderada hace unos años por el nuevo Procurador.


En dicha quema, a la vieja usanza nazi, acabó con obras que contrariaban la moral como Marx, Rousseau, García Márquez y la biblia porque no cumplía con los estándares de la Católica Apostólica Romana.

Entre otros de los —vergonzosos— hechos por los que destaca el Sr. Ordóñez es por el hecho de quitar el retrato de Francisco de Paula Santander de la Sala Plena del Consejo de Estado mientras desempeñó la función de presidente de dicho órgano.
Cuando fue entrevistado, Ordóñez dijo que lo que había en el país era “cristianofobia” y que por eso le llovían tantas críticas.

Ordóñez olvida —o a lo mejor, prefiere no hacer público que añora— que somos los librepensadores los que hemos sufrido la persecución de los convencidos religiosos y no al revés. No fuimos nosotros los que perseguimos en la Santa Inquisición, sino los perseguidos. Fue Galileo el que fue perseguido y censurado. Newton era obligado en la universidad a sostener el dogma de la ‘Santísima’ Trinidad, obligación de la que fue exonerado más tarde por el rey. La obra de Copérnico fue condenada. Erasmo de Rotterdam no aceptó ser la figura más llamativa de la Reforma cuando Lutero se lo propuso, por miedo cómo pudiera reaccionar el Vaticano.

No me he enterado del primer caso de vendedores puerta a puerta de enciclopedias, sin embargo abundan los vendedores puerta a puerta de Biblias. Cuando uno muestra cierta reticencia con respecto a sus creencias, tratan de imponerlas.

Ha sido gracias al Vaticano y las Repúblicas Islámicas que la condena a la homosexualidad todavía es discusión en las Naciones Unidas.
Gracias las palabras de la Iglesia, el uso condones se ha demonizado y con esto se han facilitado la propagación de enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados.

Así que, a lo mejor, en lo único acertado en lo que podría estar Alejandro Ordóñez es en la palabra “Cristianofobia”. Los que no queremos que nos impongan su ideología —pero no por esto buscamos imponer la nuestra— tenemos unas cuantas razones para temer a un fanático devoto en un puesto tan importante. Y ojalá ardan en el infierno todos los senadores que lo eligieron.