El 5 de agosto empezaron los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y se extenderán hasta el 21. Y, por supuesto, también sirven de escenario para las guerras culturales.
Por ejemplo, el contraste entre los equipos femeninos de voleibol playa de Egipto y Alemania ha conseguido lo impensable: se acusa a las jugadoras de Alemania (!) de servir al patriarcado (?), debido a que su uniforme es ligero de ropa — de hecho, el puritanismo posmoderno insiste que, en la siguiente imagen, las alemanas son oprimidas, mientras que las egipcias no lo son: