Yo no sé cómo, pero cada institución estatal que reviste algo de interés para los colombianos se da las mañas de violar la Constitución a la vez que de fracasar en su principal propósito.
Cuando es el Jardín Botánico, supuesto repositario del conocimiento de nuestra flora al que hemos llegado a través la ciencia, promueven las pseudociencias junto con dogmas religiosos. Cuando es el ICBF, que tiene como parte de sus funciones velar por los niños desamparados, tienen convenios de supuesta desintoxicación en cuyos procesos adoctrinan a los niños en el credo católico, configurando maltrato infantil.
Ahora, si a la Defensoría del Pueblo, que le corresponde velar por los derechos humanos, le da por hacer una plegaria, no podemos sino esperar que lo haga, violando nuestros derechos fundamentales.
Cuando es el Jardín Botánico, supuesto repositario del conocimiento de nuestra flora al que hemos llegado a través la ciencia, promueven las pseudociencias junto con dogmas religiosos. Cuando es el ICBF, que tiene como parte de sus funciones velar por los niños desamparados, tienen convenios de supuesta desintoxicación en cuyos procesos adoctrinan a los niños en el credo católico, configurando maltrato infantil.
Ahora, si a la Defensoría del Pueblo, que le corresponde velar por los derechos humanos, le da por hacer una plegaria, no podemos sino esperar que lo haga, violando nuestros derechos fundamentales.