domingo, 5 de febrero de 2012

La contaminación del SENA

Cuando el presidente Juan Manuel Santos nombró como director del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) al padre Camilo Bernal Hadad, mis angustias acerca de que el cura aprovechara el nombramiento como plataforma para adoctrinar en su superstición, con el dinero de todos los contribuyentes (incluidos los no-católicos) no se hicieron esperar.

Y resulta que mis temores no eran infundados pues este socerdote prostituyó el SENA más allá de lo imaginable. Un lector del blog que estudia allá me cuenta que tienen una capilla (!), que buscan adoctrinar a los estudiantes y que se llevan a cabo misas en las instalaciones:

Se hizo justicia y Chomsky lloraría. ¡A celebrar!

Por si algunos no lo recuerdan, ese negacionista tácito de la masacre de Srebrenica que es Noam Chomsky empezó por el camino de negar hechos probados y masacres por regímenes totalitarios y enemigos de EEUU en la guerra de Camboya.

Aquí un testimonio de su comportamiento durante un seminario sobre el tema:

¿Más allá de la duda razonable?

Alguna vez leí que el genial Richard Dawkins, antes de interesarse por la biología, estaba atraído por la política y su pensamiento se enmarcaba como liberal (keynesiano).

Sin embargo, creo que nunca me había cruzado con un artículo suyo, o libro, o discurso, que no tratara directa o indirectamente de la Ciencia, el ateísmo y lo ponzoñosas que son las supersticiones. Pero eso acaba de cambiar, con este reflexivo artículo sobre una de las bases del sistema penal acusatorio:

¿Hay que enseñarle a los niños acerca de los sobrenatural?

El adoctrinamiento de los niños desde edades impresionables es una aberración defendida por muchas personas que se consideran a sí mismas racionales.

Entre los muchos argumentos que buscan para defender esta impostura uno se encuentra con afirmaciones de la "dimensión espiritual" (?), lo que sea que eso signifique y que dizque "naturalmente" los menores tienen una inclinación a creer en amigos imaginarios que violan las leyes naturales. Pues bien, todo apunta a, precisamente, lo contrario - las creencias en absurdos ilusorios son aprendidas:

sábado, 4 de febrero de 2012

Ni un grano de verdad en las solapadas tácticas de Greenpeace

En otro imperdible artículo de JM Mulet del que la independencia de Greenpeace sale duramente cuestionada, me llamó la atención la acusación al grupo de utilizar técnicas mafiosas para desplegar su estúpida política antitransgénicos.

El artículo al que redirige es al del analista político australiano Malcolm Farr, que confirma lo que ya sospechábamos. Los de Greenpeace son eco-talibanes:

Una valiente postura en Rhode Island

¿Recuerdan a Jessica Ahlquist, la atea de 16 años que demandó a su escuela pública para que quitaran una oración, lo que la llevó a recibir montones de amor cristiano en forma de amenazas de muerte y mensajes de odio?

Pues bien, Jessica fue la protagonista de la editorial del martes del New York Times:

¡¡Yo quiero esas fichas de LEGO!!

¿Tuvieron un feliz Bogotá Style? Fue inútil

El jueves, en Bogotá, fue el dichoso día sin carro, máxima expresión de la ansiedad de las últimas cinco administraciones por recortar libertades civiles con tal de no hacer su trabajo (actualizar la infraestructura vial). Pues bien, estos enconados enemigos del transporte particular siempre han aducido razones ambientalistoides y ecológicas para poder amputar, así de tajo, la libertad individual de salir en el carro que uno se mató consiguiendo. Al fin y al cabo, ¿quién quiere ser un malvado contaminador del aire, de esta ya de por sí, poluta ciudad?

El problema está en que la excusa para prohibir el carro particular se quedó en eso, en excusa, como lo explica el profesor del Laboratorio de Calidad del Aire en Bogotá del Departamento de Ingeniería Química, Luis Carlos Belalcázar:

Delincuentes se toman la Universidad del Tolima

Con el cómplice silencio que caracteriza a la MANE, llega la noticia de que esos cobardes, delincuentes que cubren sus caras para cometer fechorías y gritar arengas en favor del terrorismo, los dichosos capuchos se tomaron la sede de Ibagué de la Universidad del Tolima:

¿Malparidez?

Una de las razones para que las mujeres vayan a los hospitales a dar a luz es que hay personal médico calificado y los implementos médicos necesarios para que la vida de la madre y del recién nacido estén aseguradas todo lo que sea posible.

Sin embargo, como la Ciencia en general, esta particular tiene sus idiotas detractores, como lo fue Caroline Lovell, una férrea defensora de los partos en la casa. Ella murió en estos días mientras daba a luz en su casa: