
Esta es una traducción libre del artículo How GWUP Lost the Plot – and Found It Again, por Nikil Mukerji, publicado originalmente como artículo invitado en el blog de Edzard Ernst, el 5 de agosto de 2025
A principios de enero de 2024, Edzard [Ernst] preguntó si la organización escéptica alemana GWUP había "perdido el norte" (aquí y aquí). Sí, dijo él — y que apenas había esperanza para ella. Conocida desde hace tiempo por su rigurosa defensa de la ciencia y el pensamiento crítico, la GWUP había sido secuestrada por ideólogos, que habían sustituido las pruebas y la lógica por dogmas y tabúes rígidos, vilipendiando la disidencia y cerrando el debate. Pero esto es solo la mitad de la historia. Ha habido un final feliz. La GWUP ha renacido de sus cenizas, más comprometida que nunca con su misión original. Esto es lo que sucedió.
1. Cómo fue capturada ideológicamente la GWUP
En 1987, la GWUP se fundó como la rama alemana del movimiento escéptico internacional. Con el compromiso de someter las afirmaciones extraordinarias a la evidencia y la lógica, Amardeo Sarma y un puñado de cofundadores se propusieron esclarecer los misterios del ocultismo, el esoterismo y la parasicencia mediante rigurosas pruebas científicas. Al ampliar su ámbito de actuación a la protección de los pacientes y los consumidores, la GWUP también convirtió el escepticismo en un valioso servicio público. La GWUP se convirtió rápidamente en un baluarte contra los charlatanes de la salud y en un faro de confianza para la racionalidad en cuestiones médicas. A lo largo de treinta años, su número de miembros creció de forma constante, acercándose a la cifra de 2000 al final de la década de 2010. Entonces, llegó la pandemia de COVID-19 y se cancelaron los eventos presenciales. Al igual que muchas otras organizaciones, la GWUP tuvo que suspender su conferencia anual, SkepKon. Pero esto no detuvo el crecimiento de la GWUP. Su número de miembros aumentó, impulsado por el programa de Twitch del comediante Tommy Krappweis, "Ferngespräch", un formato de debate semanal que abordaba regularmente temas escépticos e invitaba a miembros activos de la GWUP. El presentador, Krappweis, promocionaba regularmente el nombre de la organización, lo que animó a muchos espectadores a unirse a las filas de la GWUP, deseosos de apoyar lo que percibían como su causa: oponerse a opiniones como la homeopatía, la astrología y la desinformación sobre el COVID-19, que les desagradaban y a las que se oponían apasionadamente.
El equipo dirigido por Sarma, decidido a reclutar voces más jóvenes y diversas, acogió inicialmente esta afluencia con entusiasmo y la recibió con una mente abierta. Pero al cabo de un tiempo, quedó claro que "Ferngespräch" no encajaba bien con la GWUP. Sus seguidores no estaban imbuidos del espíritu escéptico de dar prioridad a las evidencias. En cambio, muchos de ellos compartían las fervientes convicciones y las tácticas combativas del activismo "woke" contemporáneo — incluida la noción de que el mundo es esencialmente una lucha entre el bien y el mal y que los disidentes no solo piensan de manera diferente, sino que son enemigos.
Las opiniones de muchos de los nuevos miembros solo se parecían superficialmente al escepticismo de la GWUP y constituían, en cambio, una forma de pseudoescepticismo. Esto se notó demasiado tarde, es decir, cuando la ideología woke ya se había extendido por toda la organización. Los escépticos saben que una mentalidad excesivamente abierta puede hacer que el cerebro se caiga. En el caso de la GWUP, sin embargo, el cerebro de la organización no se cayó. Más bien, la ideología se infiltró — y, posteriormente, volvió loca a toda la comunidad.
2. Cómo la captura ideológica de la GWUP cambió su cultura y condujo a una toma de control hostil
La llegada de lo woke destruyó la formidable cultura de debate que había caracterizado a la GWUP. Las discusiones abiertas y razonadas dieron paso gradualmente a auténticas peleas a gritos en las que se ridiculizaba a los no conformistas tildándolos de "viejos blancos" y se les acusaba de "mansplaining" y "fragilidad" para defender sus "privilegios". Los llamados a controlar el lenguaje y aplicar las normas del "espacio seguro" fracturaron el debate en bandos basados en la identidad, mientras que las exigencias de censurar las opiniones contrarias sustituyeron el principio, antes tan apreciado, de la investigación abierta.
A partir de 2022, los miembros veteranos de la GWUP comenzaron a resistirse, pero se encontraron con la virulencia de la nueva facción woke, que presionó para que fueran excluidos. Puedo dar fe de ello, ya que yo también fui víctima de ello. Los miembros woke exigieron, entre otras cosas, que se cancelara mi charla en la conferencia anual de la GWUP, SkepKon, porque había criticado un campo llamado "estudios críticos", que es el origen académico de lo que llamamos "woke" en la cultura popular. Esta exigencia provino de una persona que, con toda seriedad, ha descrito su comprensión del escepticismo científico como "hooliganismo científico".
Alexander Waschkau —uno de los comentaristas de Ferngespräch— afirmó que preferiría "comer vidrio" antes que discutir mis ideas y luego me acusó de difundir teorías de la conspiración antisemitas, todo ello sin ninguna evidencia que lo respaldara y sabiendo perfectamente que unas acusaciones tan horribles pueden destruir la reputación y la carrera de una persona.
En ese momento, la mayoría del equipo directivo de Sarma se mantuvo firme, defendiendo los valores fundacionales de la GWUP: el debate abierto, la investigación honesta y el diálogo razonable. Así pues, la facción woke, en constante crecimiento, cambió de estrategia. En una hábil maniobra política, minimizó sus ambiciones en las semanas previas a la reunión anual de mayo de 2023 — fingiendo públicamente su retirada mientras alineaba meticulosamente a sus leales como candidatos sorpresa. Manteniendo cuidadosamente en secreto sus planes de golpe, dieron la vuelta a la mayoría de la junta a su favor en una votación sorpresa, instalando a uno de los suyos, Holm Hümmler, como presidente. La elección de Hümmler como presidente inició la transformación de la GWUP de defensora del escepticismo científico abierto a ejecutora de una rígida conformidad ideológica.
3. Lo que sucedió bajo el dominio woke
Los posts del blog de Edzard de enero de 2024 narran un cambio rápido e inquietante en la GWUP tras el ascenso de Holm Hümmler a la presidencia. Una organización que en su día fue alabada por su entusiasta aceptación del diálogo abierto cayó en un régimen de humillación pública que sofocaba cualquier atisbo de disidencia. Por ejemplo, cuando el filósofo Andreas Edmüller subió al estrado para dar una charla sobre "El fenómeno woke", esperaba un debate riguroso, pero se encontró con una avalancha de abucheos.
En lugar de mostrar simpatía ante la hostilidad injustificada, el propio Hümmler dio un paso al frente para reprender a Edmüller, castigándolo públicamente por supuestamente utilizar retórica "alt-right". El veterano miembro de la GWUP Stefan Kirsch —una figura clave en el aparato de comunicación de la organización— fue destituido de su cargo de forma sumaria tras compartir simplemente un enlace a la presentación de Edmüller en la cuenta de X/Twitter de la GWUP. En sustitución de Kirsch, Hümmler nombró a un aliado conocido por sus comentarios virulentos en Internet. Edzard fue objeto de sus desdeñosas declaraciones públicas.
A puerta cerrada, Hümmler y la mayoría de su junta directiva orquestaron una serie de maniobras de toma de control para aislar la ideología woke de las críticas. Como relata Edzard, Hümmler incluso anuló la decisión de un comité de selección independiente para eliminar las charlas de SkepKon que no le gustaban, ignorando el proceso de selección justo y transparente que se había acordado previamente.
Quizás lo más preocupante es que Hümmler amordazó al consejo científico de la GWUP, cerrando los canales de comunicación interna e impidiendo que quienes se oponían a él alertaran al resto de los miembros sobre su consolidación de poder.
4. Cómo revivió la GWUP de su muerte (cerebral)
Edzard fue tajante en sus publicaciones de enero de 2024: ya no creía que la asamblea general pudiera rescatar a la GWUP de su giro ideológico alejado de la razón. Sin embargo, a medida que el presidente Holm Hümmler y su mayoría "woke" intensificaban las tácticas de la cultura de la cancelación —expulsando a los disidentes, reescribiendo los programas y amordazando a los críticos internos—, se cristalizó una fuerza contraria. Cada maniobra de mano dura no hizo más que ampliar las filas de los escépticos que se negaban a cambiar la investigación abierta por la conformidad ideológica, preparando el terreno para una enérgica reacción en la siguiente reunión anual.
En respuesta, el miembro de la junta André Sebastiani lanzó Skeptische Gesellschaft, un foro de base en el que los miembros podían poner de relieve las maniobras entre bastidores de Hümmler y reavivar un debate abierto y transparente sobre el futuro de la GWUP. A principios de 2024, Edzard renunció a su membresía en la GWUP después de más de diez años, lo que puso de manifiesto una profunda desilusión dentro de la organización. E incluso el fundador de la GWUP, Amardeo Sarma, anunció que se retiraría de todos sus cargos — lo que llevó al miembro del consejo Ulrich Berger a declarar su intención de presentar una moción de censura contra el presidente Holm Hümmler.
Ante la creciente disidencia, Hümmler finalmente cedió y convocó de forma inesperada unas elecciones anticipadas a la junta directiva. El consejo científico presionó entonces a André Sebastiani para que se presentara como candidato contra él. Aceptando el reto, Sebastiani reunió a un grupo de miembros comprometidos con la misión original de la GWUP y organizó una campaña concisa pero enérgica. Cuando se celebró la asamblea de mayo de 2024, con una participación récord, el equipo de Sebastiani triunfó, obteniendo una clara mayoría y restaurando el compromiso duradero de la GWUP con el escepticismo intrépido y basado en la evidencia.
5. Reconstrucción del escepticismo científico de la GWUP
Una cosa está clara: la GWUP ha vuelto — ¡y está más comprometida que nunca con su misión original! Desde que recuperó su liderazgo, el nuevo equipo de la GWUP se ha volcado en reconducir la organización hacia las aspiraciones de sus fundadores: ejercer el pensamiento crítico en todos los campos, libre de sesgos ideológicos; cuestionar y desmontar las afirmaciones infundadas, independientemente de quién se atreva a expresarlas; y compartir las evidencias y los argumentos de una manera que pueda conmover tanto la mente como el corazón.
Lograr este renacimiento no es tarea fácil. Aunque innumerables iniciativas han contribuido a recomponer la GWUP y prepararla para las próximas décadas, en mi opinión destacan tres pilares fundamentales:
- En primer lugar, hemos codificado un conjunto claro de principios rectores para todos los miembros: una apertura inquebrantable a todos los puntos de vista, un enfoque inquebrantable en los hechos, una inmunidad firme a la presión ideológica, un espíritu cooperativo, un compromiso nacido de la elección personal y una actitud receptiva hacia las iniciativas de los miembros. Al invitar abiertamente a cualquiera que abrace estos valores a unirse a sus filas, la GWUP se asegura de que su comunidad se mantenga fiel a los ideales que inspiraron inicialmente a sus fundadores
- En segundo lugar, hemos recalcado que la GWUP es, ante todo, una comunidad unida por un propósito común. Los lazos entre nuestros miembros —el capital social que convierte las ideas en acciones— se encuentran entre nuestros activos más preciados, y hemos redoblado nuestros esfuerzos para cultivarlos. Este año, hemos celebrado nuestra mayor SkepKon hasta la fecha, con un número récord de ponentes y asistentes, lo que ha reafirmado la fortaleza de nuestra comunidad.
- Por último, hemos abrazado la lección central de la paradoja de la tolerancia de Popper: "Si no estamos preparados para defender una sociedad tolerante contra el ataque de los intolerantes", escribe Popper, "entonces los tolerantes serán destruidos, y con ellos la tolerancia". En consecuencia, hemos reforzado nuestras filas contra aquellos que perturban el discurso civilizado.
En la GWUP, todos los miembros son libres de debatir cualquier idea, incluso aquellas que otros consideran totalmente irracionales. Ningún tema está prohibido y nos negamos a imponer plazos artificiales a los debates. Sin embargo, ponemos límites a los ataques personales: nuestra política de tolerancia cero garantiza que las personas que acosan o difaman a los miembros, como el famoso podcaster Alexander Waschkau, que ha intentado repetidamente acceder a nuestra comunidad en línea, ahora tienen prohibida la entrada. Al proteger nuestra comunidad de esta manera, preservamos un entorno en el que puede florecer un debate sólido pero cortés, limitado únicamente por el respeto mutuo que sustenta la conversación civilizada.
6. Qué puedes hacer para ayudar
Si quieres ayudar, puedes hacerlo haciendo lo que hace Edzard. Esto incluye, ante todo, alzar la voz. Sumérgete en acalorados debates públicos, pero hazlo con respeto y aplomo, dejando que la evidencia y la razón sean tu guía, en lugar de los sentimientos y la lealtad ideológica.
Además, puedes apoyar o unirte a una organización escéptica cercana a ti. Lo que le ha ocurrido a la GWUP puede ocurrir en cualquier parte, y si valoras la ciencia y la razón, sumar tu voz a una organización escéptica aumenta las posibilidades de que las apropiaciones ideológicas fracasen en su intento. Y si hablas alemán o vives en un país de habla alemana, eres más que bienvenido a unirte a la GWUP.
Estaremos encantados de que reconstruyas con nosotros el escepticismo científico, ¡y que lo hagamos mejor que nunca! (Si añades "Book Edzard Ernst" en el campo de comentarios de tu solicitud de afiliación a la GWUP, te enviaremos un ejemplar gratuito del nuevo libro de Edzard "Wer Recht hat, heilt", Alibri 2025).
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Publicado en De Avanzada por David Osorio | ¿Te ha gustado este post? Síguenos o apóyanos en Patreon para no perderte las próximas publicaciones
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