
Ahh, es esa época del año, otra vez. Cada tanto tiempo una comisión del Congreso de los EEUU escucha el testimonio de presuntos expertos sobre la supuesta presencia de extraterrestres y platillos voladores en la Tierra.
Y cada vez, sin falta, un puñado de tipos que han trabajado en el Pentágono, la CIA, la Fuerza Aérea, y/u otras agencias militares y de inteligencia del gobierno de EEUU, se sientan en audiencia ante los Congresistas. También se llama a declarar a charlatanes del supuesto fenómeno ovni, quienes tienen un modelo de negocio muy creativo: han fundado compañías de 'investigación' paranormal, y cada vez que aparecen ante el Congreso piden que se les dé dinero de los contribuyentes al coro de "financien la investigación independiente". Así es como Robert Bigelow consiguió 22 millones de dólares, que despilfarró de manera espantosa.