Cada Navidad reaparecen esas populares historias en medios y redes sociales que aseguran que los principales símbolos y tradiciones de la Navidad realmente no son cristianos sino paganos. Es un tropo útil para que un no-creyente le amargue el rato a sus familiares y amigos (y enemigos) creyentes, implicando que están participando de rituales paganos — un pecado en toda regla.
La realidad, sin embargo, es que la idea es infundada en su mayoría.


