Mientras Hugo Chávez se trata su cáncer con la mejor medicina cubana que el comunismo le puede ofrecer al Querido Lider y sus amigos, los ciudadanos de a pie de Venezuela tienen que conformarse con la lotería entre que les toque un médico común y corriente o un matasanos.
Todo esto empezó con la reforma a la ley del ejercicio de la medicina en la republicabananera bolivariana, que estableció una equivalencia profesional entre los verdaderos médicos y los egresados de la Universidad Bolivariana, los llamados Médicos Integrales Comunitarios (MIC), cuyo currículum es insuficiente y enseña pseudociencia:
Todo esto empezó con la reforma a la ley del ejercicio de la medicina en la republica