Por decisión del Consejo de Estado, la elección de la Fiscal General de la Nación, Viviane Morales, fue declarada nula. Ella acaba de renunciar "irrevocablemente".
A pesar de que sus actuaciones no me generaron demasiada suspicacia, sí hay
una cosa que no tolero de ella y es la violación de la Constitución, más exactamente de su aconfesionalidad, en nombre del amigo imaginario de Morales, algo que fue sello característico hasta el último segundo de su mandato.
Aquí algunos extractos de
su discurso de despedida, su último acto como cabeza del órgano investigador: