• Hubo un gigantesco
paro nacional, que el
Gobierno trató de minimizar. La peor parte la llevaron los legítimos protestantes del paro agrario.
Su paro fue secuestrado por los peores enemigos de los campesinos. Por un lado, vino el
uribismo ardido, que si le toca, apoyará a los campesinos con tal de hacerle oposición a Santos. Del otro lado, estuvieron los luditas buensalvajistas del
fiasco 9.70, con las mentiras de
Victoria Solano caballito de batalla para lloriquear por políticas que no existen, quejándose porque los campesinos puedan acceder a
mejores semillas, más baratas y que dan más rendimiento y sirven para alimentar a más personas. De hecho, su activismo de teclado convocó una
gran movilización de indignación porque 62 toneladas de comida tóxica fueron destruidas ya que
no eran aptas para el consumo humano, y no cumplían con los estándares fitosanitarios - gente que no sabe leer y elevan a la categoría de 'ley' la
resolución 970, que ha sido satanizada por Solano y sus idiotas útiles. Es que para
marchas de la ignorancia todo el mundo está presto.