lunes, 15 de agosto de 2016

Cannes prohíbe los 'burkinis'



La semana pasada se armó la de Troya cuando medio mundo fracasó épicamente en la relativamente sencilla tarea de identificar el sexismo del 'burkini' que Egipto le impuso a sus jugadores de voleibol playa, durante los primeros partidos de las Olimpíadas Río 2016.

Ahora, David Lisnard, el alcalde de Cannes (Francia), prohibió el 'burkini' en su ciudad, aduciendo riesgos de seguridad:

El alcalde de la ciudad turística francesa de Cannes ha prohibido que las mujeres con trajes de baño que cubren todo el cuerpo y la cabeza se bañen en las playas públicas allí, esencialmente exigiendo que o bien lleven trajes de baño que revelen más piel o dejen de ir a la playa. La prohibición ha provocado las protestas de los musulmanes franceses que dicen que es discriminatoria.

A pesar de que el 'burkini' es, de facto, una expresión machista y misógina, que le niega agencia a las mujeres sobre sus propios cuerpos, su sexualidad y sus derechos sexuales y reproductivos, y grita a los cuatro vientos que ella es poco más que un mueble, realmente no creo que esta sea la mejor manera de abordar el problema.

Si una mujer (o un hombre) quiere ir a la playa usando un cinturón de castidad, una playera con un estampado que afirme que las mujeres son menos que los hombres, o con jeans, debería poder hacerlo — si la pobrecita cree que la modestia es una virtud, el Estado no tendría por qué interferir en esa expresión, que no afecta directamente a terceros.

Y es que esto empeora el problema: el 'burkini' es, literalmente, el producto de decirle a las mujeres cómo se pueden vestir y cómo no pueden hacerlo. Prohibirlo es, esencialmente, lo mismo.

Por su propia naturaleza, la libertad no puede ser impuesta. Es preocupante que un alcalde de Francia todavía no lo sepa.

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Publicado en De Avanzada por David Osorio

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