sábado, 28 de diciembre de 2024

Cómo funciona una cámara cazafantasmas



Un día cualquiera te encuentras donde tu amigo, quien jura y come tierra que en su casa hay un fantasma. Harto con tu escepticismo, tu amigo llama a un supuesto cazafantasmas (no de los de la peli, aunque sería más equivocado decir "de los de verdad"). El cazafantasmas trae consigo una cámara, que apunta al área de la casa donde tu amigo dice que suele estar el fantasma, y, como por arte de magia, un esqueleto de líneas verdes aparece en la pantalla en un lugar de la casa donde no hay nadie.

Una vez que el cazafantasmas se ha ido, no sin antes cobrar por sus servicios, tu amigo se dará por satisfecho de que ha demostrado en tiempo real que los fantasmas existen. A pesar de la imposibilidad del caso, la cámara mostró un esqueleto de líneas verdes donde no había nadie, así que te quedas rascándote la cabeza y preguntándote cómo pasó esto.

La respuesta es más sencilla y prosaica de lo que parece: la cámara fue diseñada específicamente para ver figuras humanoides en cualquier lugar.

El nombre técnico de estos aparatos es cámara SLS (Structured Light Sensor, ó "con sensor de luz estructurado") y se puede comprar por $300 dólares americanos en sitios web como MercadoLibre e eBay. Estas cámaras fueron creadas para jugar videojuegos, bajo el nombre de Kinect, un sensor de movimiento compañero del Xbox 360, creado por Microsoft hacia 2010 para detectar el movimiento de los jugadores y traducirlo en acciones del personaje en la pantalla.

A finales de los 2000 Microsoft alimentó una base de datos para reconocimiento de patrones con toneladas de imágenes y videos de personas, con los que luego diseñó el sensor de movimiento de la cámara infrarrojo para saber dónde hay objetos y ubicar a los jugadores mediante la detección de hasta el más mínimo cambio en el reflejo de la luz sobre el que luego pone un esqueleto de líneas verdes. El Kinect lleva cabo este proceso 30 veces por segundo, y para funcionar correctamente, necesita que en la habitación sólo estén los jugadores — de otra forma tiende a dar falsos positivos.

Literalmente es una cámara diseñada para poner esqueletos de palos verdes allá donde vea el más mínimo cambio en la iluminación o algo remotamente parecido a una figura humanoide, y suponer que son jugadores de Xbox, independientemente de que haya personas a donde esté apuntando. Se puede apuntar un Kinect a una chaqueta y jeans, o a una aspiradora, y su sensor de profundidad va a reconocer una figura simiesca (o por lo menos más simiesca que la pared). Cuando está conectado a un Xbox, la consola toma el esqueleto verde y le pone capas de piel, armadura, armas y escudo, o lo que sea, según el juego.

Pues alguien encontró la manera de reutilizar esta tecnología, la conectó a una pantalla con una manija y la empezó a vender como equipo cazafantasmas. (Esto bien podría ser alguien aprovechándose de los charlatanes cazafantasmas —algo así como el ateo que hizo dinero diseñando una app de la Biblia—, o un creyente en fantasmas que no sabe cómo funcionan los sesgos cognitivos.) El caso es básicamente el dicho de que cuando sólo tienes un martillo todo parecen puntillas, sólo que con una cámara de ubicar figuras humanoides en cualquier lugar a donde se apunte.

Así que vuelves donde tu amigo, pones una escoba con camisa y shorts frente a su Kinect, y le explicas que su escoba también está encantada. Quién sabe, ¡a lo mejor incluso vuele!

(imagen: Kenny Biddle)

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Publicado en De Avanzada por David Osorio | ¿Te ha gustado este post? Síguenos o apóyanos en Patreon para no perderte las próximas publicaciones

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