domingo, 22 de enero de 2012

Por qué los ateos no estamos perdiendo el tiempo

Al ver la censura de la que fui objeto en LinkedIn, un amigo mío, apelando a mi vanidad me dijo que por qué desperdiciaba mi tiempo -y mi inteligencia- refutando el cristianismo.

Mi respuesta decía más o menos que si consigo que una sola persona salga de la religión y abrace sus facultades críticas me daré por bien servido. Ahora me encuentro con un texto de Thomas Keane, que había servido como respuesta mucho más elaborada:

¡Human Rights Watch es repugnante!

Uno de los triunfos de las sociedades modernas es que alcanzaron a instituir organizaciones internacionales que velaran por los derechos humanos.

Con el avance del multiculturalismo y su sistemática destrucción de los valores ilustrados, esas organizaciones se han acogido al dogma de que los derechos de las personas no son universales sino que dependen de en dónde nazcan y en qué cultura. Como lo explica Maryam Namazie, Human Rights Watch también ha sido desvirtuado en este proceso y ahora son una organización repugnante:

Conmemoración y arreglos fúnebres para Christopher Hitchens

Aunque no me emociona la idea de tener que citar a Peter Hitchens, creo que los seguidores de su genial y fantabuloso hermano, Christopher, se merecen saber qué va a pasar con su cuerpo.

Y Peter es el que lo explica:

El cristianismo 'heavy metal', una religión más

Las religiones satisfacen vacíos emocionales de las personas y para esto acuden a la discriminación y la falacia de nosotros contra ellos, en la que los otros son excluidos, pecadores mientras que los que hacen parte del grupo son los elegidos.

Por eso siempre resulta chistoso que unos excluidos formen una iglesia. Que es lo que hizo un grupo de metaleros al sur de Bogotá:

Medios de comunicación y escepticismo

Es rara la vez que las explicaciones científicas tienen lugar en los medios de comunicación, en donde vende mucho más poner al charlatán de turno.

Es una dura realidad, pero así están las cosas. Por eso es doblemente interesante este artículo de El País (de España), comprehensivo, aunque mal titulado, que explica rápidamente de qué va el movimiento escéptico y además pone de manifiesto el problema con los medios de comunicación:

Es lo que he estado diciendo toda la semana

Esta semana se puso de manifiesto el nivel de feudalismo intelectual del país.

La discusión se encendió al saber que un chamán, charlatán, había sido contratado para que evitara la lluvia durante el mundial Sub-20, y que también fue contratado para la posesión de Santos, a pesar de que fue incapaz de evitar que las lluvias inundaran su propia casa. Incluso, el propio Santos se refirió al caso.

Pues he denunciado el caso durante toda la semana y ahora el columnista Alejandro Gaviria se ha pronunciado en el mismo sentido sobre el tema:

Una golosina para los relativistas culturales

Ohh, esto le encantará a los relativistas culturales.

Ellos, en medio de su buenrollismo y mediocridad intelectual, por lo general, a la vez que defienden las atrocidades de ciertas culturas, también se consideran "verdes", "ambientalistas" o "eco-amigables" (pero ninguno de ellos desconfía de Greenpeace, ni apoya los transgénicos, ni la energía nuclear).

Por eso es posible que ahora puedan unir ambas agendas, la multi-culti con la pseudoambientalista:

sábado, 21 de enero de 2012

Somos Banana Republic... ¡¡y lo celebramos!!

Este país va mal. Siempre. Es su statu quo. Es su estado natural, por eso es Colombia, Banana Republic.

Y de entre todas las cosas que van mal, una de las que encuentro particularmente irritante es que a los colombianos les gusta sentir orgullo por cosas que en cualquier otra parte del mundo no causarían sino vergüenza y renuncias. Aquí, es una especie de mantra verle el lado positivo a todo. ¿Recuerdan el chamán charlatán que fue contratado para el Festival de Teatro y para la posesión de Santos con la promesa de que iba a alejar la lluvia, cuando no pudo evitar ni la inundación de su propia casa?

Pues bien, que este episodio de folclor colombiano haya ocupado los medios de comunicación durante toda la semana es algo que el presidente Juan Manuel Santos encuentra como un indicador de que el país va bien:

Cómo agradecer al sobrevivir a un accidente

Hace unos días el crucero Costa Concordia se hundió en las aguas de Italia.

Gracias a las labores de rescate y la rápida acción, se minimizó el número de víctimas. Sin embargo, tanto el presidente Santos como los supervivientes colombianos le agradecieron a dios porque estos últimos no estuvieron entre los muertos del accidente.

Guardando las proporciones (entre un crucero encallado y un carro bocabajo), aquí hay una idea de cómo expresar la gratitud, de forma más realista, por seguir vivos tras un accidente:

viernes, 20 de enero de 2012

El propósito de rezar