Finalmente vino el Engativá Gospel y allí estuvimos con la Asociación de Ateos y Agnósticos de Bogotá (AAAB).
El concierto empezó a la 1 p.m. y nosotros fuimos los primeros en entrar. Como no había nadie, pusimos nuestro pendón de siete metros de cara a la banda que abrió el concierto.