Hoy 5 de noviembre debería ser marcado como un día patrio, ya que
las Fuerzas Armadas dieron de baja a Alfonso Cano, máximo líder de las Farc, en la operación Odiseo.
Y por favor, que los
hippies pseudo-liberales, de moral bicromática y que se creen éticamente superiores a los demás dejen de lamentarse que así acabe el líder de una organización terrorista - y que algunas sus víctimas -entre las que se encuentran ellos- nos alegremos de poder respirar más tranquilamente en un mundo un poco menos sórdido y oscuro. Y que por favor, todo el mundo deje de proponer que se negocie con los terroristas. Es como haberse tomado Normandía y pretender que las cosas terminen de manera 'dialogada'. Y por favor, en serio: dejen de llamarlo asesinato. Fue el cumplimiento del deber constitucional por parte de la fuerza pública. Si no les gusta, ¡cambien la Constitución (o váyanse a Somalia en donde no habrá ningún ejército al que le deban nada porque esta noche sus desagradecidos pellejos puedan dormir más tranquilos, porque ya se encuentren bajo menos riesgo de perder la vida, la libertad, las propiedades, parte de sus cuerpos o a sus familiares)!
De paso, hoy,
la Policía Nacional cumple 120 años. Sirva este momento de máxima felicidad para extenderles una felicitación y exhortarlos a que mejoren la prestación del servicio y reduzcan la aplicación de la brutalidad.