Una de las características del budismo zen es que pretende (muy ingenuamente) deshacerse de los deseos. Según ellos, así se consigue el Nirvana -y ellos desean conseguirlo (?)-. En todo caso, al negar esa parte tan primaria del ser humano, el budismo exime a sus suscritos de preocuparse por los demás cuando se les ve sufrir o en necesidad, porque eso será muy alturista pero es un deseo.
Mario Mendoza relata cómo el budista zen colombiano Densho Quintero, de quien es amigo, vivió o se supone que vivió su camino hacia el Nirvana en Japón en los días que siguieron al tsunami que causó la emergencia en Fukushima:
Mario Mendoza relata cómo el budista zen colombiano Densho Quintero, de quien es amigo, vivió o se supone que vivió su camino hacia el Nirvana en Japón en los días que siguieron al tsunami que causó la emergencia en Fukushima: