En más de una ocasión he advertido sobre lo peligroso que es pensar con el deseo, muy especialmente cuando se trata del conflicto colombiano.
Ahora las Farc han dicho que renunciarán al secuestro y el país entró en euforia colectiva. Yo no. Y afortunadamente no soy el único. Hay razones de peso para no creerle a las Farc nada de lo que digan:
Ahora las Farc han dicho que renunciarán al secuestro y el país entró en euforia colectiva. Yo no. Y afortunadamente no soy el único. Hay razones de peso para no creerle a las Farc nada de lo que digan: