La pésima idea del gobierno de siquiera vislumbrar una posible y remota negociación con las Farc no sólo tiene envalentonados a intelectuales de copa y sofá a hacer ridículas propuestas, sino que también le sube la moral a los grupos terroristas.
Les lleva a creer que sus mentiras están recubiertas de credibilidad y en ese marco, no es de extrañar que ahora el ELN se ponga también a hacer exigencias estúpidas, en particular el frente Domingo Laín Sáenz:
Les lleva a creer que sus mentiras están recubiertas de credibilidad y en ese marco, no es de extrañar que ahora el ELN se ponga también a hacer exigencias estúpidas, en particular el frente Domingo Laín Sáenz: