Muchos ateos se ven en la
incómoda situación de ser invitados a rituales religiosos, por lo general con la excusa de la compañía o de hablar con el nuevo sacerdote que es chupiguay — y aunque tenemos muy buenas
razones para no asistir a ritos religiosos, rechazar la invitación a veces puede ser un quebradero de cabeza.
El autor de
The A-Unicornist fue puesto en esa posición y esta es la
carta con la que respondió, rechazando la invitación que les hicieron a él y su prometida: