David Luna se identifica con el rey David

No voy a votar por David Luna. De hecho no voy a votar por nadie. Ni siquiera voy a votar en blanco o a anular mi voto. No votaré.

Pero si me obligaran a votar por alguien en las elecciones a Alcalde de Bogotá, no votaría ni por David Luna ni por su maestro, Enrique Peñalosa. Es curioso cómo llegué a esta conclusión:

Por nada del mundo votaría por Peñalosa y se cruzó en mi camino un artículo en que David Luna se desmarca de Peñalosa:

Luna no mostró ningún temor a enfrentarse con su otrora jefe político y aseguró estar preparado para dirigir los destinos de la capital.

Resumió ese enfrentamiento con una frase: "Yo soy lector de la Biblia y sólo digo que David derrotará a Goliat (...) vamos a competir descentemente".

Usar alusiones bíblicas en la campaña es suficiente para que se me haga un pésimo candidato. Algunos dirán que sólo era una metáfora. Yo sé que esa metáfora le gana votos cristianos y si eso le gana votos, también se los puede perder.

¿Por qué a algunos les queda tan difícil comprender que hay separación entre el Estado y la Iglesia? Ya en las elecciones presidenciales usaron el supuesto ateísmo de Mockus para deslegitimar su campaña. No puedo pensar una mejor cualificación para un mandatario que la de que no suscriba su cosmovisión a medievales cuentos de hadas.

Ese es el provincial estado de las campañas en Colombia y para ser completamente sincero no quiero tener nada que ver con un sistema tan, literalmente, parroquial. ¡Me da asco!

A propósito de la metáfora del candidato Luna, ese David fue todo un cretino:

Nos cuenta el 2° Libro Samuel que el hijo del Rey David, Amnón violó a su hermana Tamar, quien fue repudiada por su familia.

Cuando David se enteró del asunto se enojó mucho pero no quiso llamarle la atención a su hijo Amnón, porque era su preferido por ser el mayor. Luego, Absalón, hermano del violador y la violada esperó a la ocasión perfecta y mató a Amnón, lo que molestó obviamente al favorito de dios, furia que obligaría a Absalón a estar exiliado por un tiempo.

Al regreso, Absalón se rebeló contra su padre y ¿cómo lo demostró? Violó las 10 concubinas que el Rey David tenía cuidando el Palacio. Su reacción se ve en 2 Sm 20,3:

Cuando David llegó a su palacio en Jerusalén, tomó a las diez mujeres concubinas que había dejado para guardar el palacio, y las recluyó en una casa. El las sustentó, pero nunca más se unió a ellas, sino que quedaron recluidas, viviendo como viudas hasta el día de su muerte.

Diez mujeres fueron violadas y humilladas en público y el elegido del señor en vez de tratarlas como víctimas les impone una cadena perpetua.

También encontramos en el 1° Libro de Samuel que dios mata a Nabal para evitar que su protegido, David, se ensucie las manos y pueda tomar por mujer a la viuda, Abigaíl, que llegaría a los brazos de David con toda la fortuna de Nabal. Ese dúo dinámico de David y dios sí que era poderoso.

Y seguro que todos recuerdan la historia de Urías, leal oficial y amigo de David. Este último se enamora de la mujer de su compadre y no ve más solución que pedir que la lleven a su cuarto para que él pueda "lavarle los pies", algo que hace con tanto esmero que la deja embarazada. Para evitar que el marido y amigo engañado se dé cuenta, trata de que éste se acueste con su mujer, incluso llegando a emborracharlo, sin embargo ni así lo consigue así que el Rey David no ve otra salida que ordenarle a la tropa de Urías que lo dejen solo en combate para que así muera y el Rey pueda estar con la hermosísima viuda, Betsabé.

Y no es que David fuera una perita en dulce antes de ser Rey. Ese que mató a Goliat y que cita el candidato no necesitaba ser el mandamás de Israel para ser un completo cretino. En 1 Sm 18,25-27 nos enteramos de una de sus andanzas antes de ocupar el trono:

Decid esto a David: El rey no tiene interés en el precio matrimonial, sino en 100 prepucios de filisteos (...) Cuando los servidores de Saúl declararon a David estas palabras, agradó a David el asunto de ser yerno del rey. Antes de que se cumpliera el plazo, David se levantó y partió con su gente. Mató a 200 hombres de los filisteos, llevó sus prepucios y los entregó todos al rey, para llegar a ser yerno del rey. Y Saúl le dio por mujer a su hija Mical.

Es ese el personaje con quien David Luna se identifica. Para alguien que "lee la Biblia", ciertamente su elección fue pésima.