viernes, 12 de diciembre de 2014

Discriminación contra ateos empeora en el mundo



La International Humanist and Ethical Union (IHEU) acaba de publicar su reporte global de Libertad de Pensamiento, sobre el estatus legal y la discriminación contra ateos, humanistas y no-religiosos:

El informe de Libertad de Pensamiento es la primera encuesta anual que mira los derechos y el trato de los no religiosos en todos los países del mundo. En concreto, se centra en cómo son tratados los individuos no religiosos —ya sea que se hagan llamar ateos, agnósticos, humanistas, librepensadores, o simplemente sean de otra manera no religiosos— debido a su falta de religión o ausencia de creencia en un dios. Nos enfocamos en la discriminación de las autoridades estatales; es decir, formas sistemáticas, legales u oficiales de discriminación y restricciones a la libertad de pensamiento, de creencias y de expresión, aunque también tratamos de incluir alguna consideración de la persecución extralegal, la discriminación social y la experiencia personal cuando fue posible.

Los resultados del informe son como para echarse a llorar:

Nuestros resultados muestran que la inmensa mayoría de los países no respetan los derechos de los ateos y librepensadores. [...] En algunos países, es ilegal ser o identificarse como ateo. Muchos otros países, si bien no prohíben a personas de diferentes religiones o sin religión, prohíben dejar la religión del estado. Y en estos países el castigo por apostatar —dejar la fe— es, a menudo, la muerte. De hecho, 19 países castigan a sus ciudadanos por apostatar y, en 12 de esos países la apostasía es castigada con la muerte. Pakistán no tiene una sentencia de muerte por apostatar, pero la tiene por blasfemia, y el umbral para la 'blasfemia' puede ser muy bajo; por lo que, en efecto, se puede ser condenado a muerte por expresar el ateísmo en 13 países.

Muchos países tienen leyes contra la blasfemia que prohíben la crítica de las religiones o figuras e instituciones religiosas protegidas. Por ejemplo, Pakistán ha procesado a más de un millar de personas por blasfemia desde la introducción de su legislación actual contra la blasfemia en 1988. Decenas de personas declaradas culpables permanecen en el corredor de la muerte, y hay repetidas llamados de los líderes islamistas para levantar la moratoria efectiva, aplicar la pena de muerte, y hacer que la muerte sea la única sentencia para las condenas por "blasfemia".

El delito de criticar una religión no siempre se llama "blasfemia"; a veces se clasifica como discurso de odio (incluso cuando cae muy por debajo de cualquier estándar razonable de incitar efectivamente al odio o la violencia) porque supuestamente insulta a los seguidores de una religión. Estos crímenes —de expresar 'blasfemia' u ofender los sentimientos religiosos— siguen siendo un delito en 55 países, puede significar la cárcel en 39 de esos países, y son punibles con la muerte en 6 países. Además, la mayoría de los doce países que castigan la apostasía con la muerte también a veces tratan la 'blasfemia' como evidencia de apostasía.
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El privilegio religioso también se observa en los servicios públicos y la educación pública de muchos países. El más común y sustancial de estos privilegios es el control religioso de las escuelas financiadas por el Estado. Por ejemplo, en Irlanda del Norte el 94% de las escuelas financiadas por el Estado son de carácter religioso. Esto no hace más que reforzar el sectarismo más allá de la puerta de la escuela, pero también excluye a los no religiosos. En Inglaterra y Gales, el 16% de las plazas en las escuelas financiadas por el Estado (o 1,2 millones de niños), están sujetos a políticas de admisión que discriminan a los ateos.

El reporte trae un sistema de calificación por colores para los países que va de Negro (para las violaciones graves) a Verde (para los países en los que los ateos son libres e iguales), pasando por Rojo (discriminación severa), Anaranjado (discriminación sistemática) y Amarillo (tratamiento a los ateos muy satisfactorio, aunque podría mejorar).

Los únicos países clasificados con Verde, donde los ateos podemos vivir despreocupados y sin ser oprimidos por nuestra descreencia, fueron Taiwán, Holanda, Bélgica, Estonia, Kosovo y Sierra Leona, cuyas poblaciones suman un total de 60 millones de personas — casi el 0,85% de la población mundial.

(vía Friendly Atheist | Imagen: IHEU)

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