Una de las series que estoy viendo últimamente es
Los 100, una novela futurista con un toque de ciencia ficción, que trata sobre un grupo de humanos que viven en una estación espacial porque cien años antes la Tierra sufrió varias explosiones nucleares, haciéndola invivible por un siglo. Ante el inminente agotamiento del oxígeno en la estación espacial, los humanos se ven obligados a enviar a un grupo de 100 personas a la Tierra para que determinen la viabilidad de la vida en el planeta — los enviados son niños menores de 18 años condenados a la correccional juvenil de la estación.
Aunque al principio la serie no parece fuera de lo normal, tiene algunos elementos que me parecen dignos de resaltar, como el hecho de que, siguiendo un poco el camino trazado por
Game of Thrones, en cualquier momento puede morir un personaje principal, que los personajes son complejos —con dilemas internos— evitando que sea una confrontación de buenos-buenitos contra malos-malotes, el hecho de que hay varias relaciones afectivas y la orientación sexual no es un asunto relevante —ni siquiera lo mencionan—, y que la protagonista principal no es una mojigata reprimida.