Ya había mencionado el nuevo libro de Lisbeth Fog.
Pues ahora el turno de presentarlo es para ella misma (este es parte de una conversación que mantuvimos por correo electrónico y que estoy autorizado a publicar):
Pues ahora el turno de presentarlo es para ella misma (este es parte de una conversación que mantuvimos por correo electrónico y que estoy autorizado a publicar):
Luego de nueve meses de entrevistar y conversar con casi un centenar de personajes de la vida científica del país y de fuera de él, investigar y leer mucho, pensar, escribir, borrar, volver a redactar y discutir conceptos, fechas y versiones, esta semana se presentó el libro ‘Libertad para pensar y actuar’, en conmemoración de los 25 años de existencia del Centro Internacional de Física, CIF, con sede en Bogotá, Colombia.
Podría decirles que fue una tarea fácil, porque me entretuve mucho durante todas las etapas. Pero como siempre en este tipo de trabajos, hubo momentos críticos y difíciles, que los aproveché también para sacar de allí enseñanzas en mi labor de divulgadora de la ciencia y la tecnología y, en este caso, también de la política científica del país.
El libro tiene tres capítulos: en el primero cuento la historia del CIF, pero me remonto a años atrás, con el desarrollo de la física en el país y algo sobre la región latinoamericana; en el segundo, presento uno a uno los grupos de investigación del Centro, a través de los relatos de sus líderes y colaboradores, con mucha fotografía y tratando de contar amenamente la biofísica con sus macrófagos y canales iónicos, o los fundamentos clásicos de la física con teorías que casi refutan la de la relatividad de Einstein (¡Uf!). En el tercero, con base en las reflexiones de muchos de mis entrevistados, planteo posibles escenarios de diferentes temas álgidos en el campo de la política científica del país, como la subsistencia de centros de investigación independientes de las universidades, o la formación del recurso humano (¿necesariamente PhD?) y otros temas que desvelan a quienes tienen en sus manos los destinos para el desarrollo del país.