No sé de dónde salió esto, ni si es real o no, pero algunos están celebrando el Día sin Panties.

¡Feliz día!

¡Feliz día!

Menos mal cada vez más, vamos contando con más instancias científicas, serias, que se pronuncian en favor de la ciencia y la tecnología y no se dejan influir por la moda ludita ni cosas por el estilo.
Como si no hubiera ya demasiados intereses propios en la deforma a la justicia, resulta que ahora, los congresistas encargados de la conciliación la terminaron de torcer hasta volverla una legislación que se ocupa completamente de sus intereses.
En serio, no es que yo esté en la misión de buscar las noticias más escabrosas de la semana que involucren a creyentes en todo tipo de superstición, no.
La bancada animalista del Congreso ha encontrado un argumento más para limitar las corridas de toros.
José Mujica, actual presidente de Uruguay, ya nos había sorprendido con su declaración de que no cree en dios (lamentablemente hecha en el marco de reivindicar a Hugo Chávez... pero nadie es perfecto).
Esta semana la ultraderecha tuvo agrieras con una columna de Héctor Abad Faciolince publicada en el New York Times en la que le dice a Uribe, de la manera más amable "¿Por qué no te callas?".
Siempre es refrescante encontrar buenas noticias en el mundo de la biotecnología. Y precisamente hoy se trata de una muy buena noticia.
Este es el último de una serie de tres posts, en donde extraigo algunos párrafos de Cleptopía de Matt Taibbi para explicar cómo es que de un momento a otro desaparecieron toneladas de dinero y millones de personas alrededor del mundo se vieron en la calle, de la noche a la mañana.
Las religiones siguen siendo las principales enemigas de la libertad de expresión en todo el mundo.
Los multiculturalistas podrán conciliar el sueño esta noche.
Yo conocí y estudié con Juan Guillermo Gómez Ospina, quien fue asesinado este fin de semana en Bogotá.