Las religiones siguen siendo las principales enemigas de la libertad de expresión en todo el mundo.
Actualmente hay dos personas que están sufriendo especialmente las consecuencias de hablar racional e inteligentemente.
El primero es Alexander Aan, de Indonesia:
El segundo es Sanal Edamuruku, quien tuvo la osadía de demostrar que un supuesto milagro en una parroquia católica en India, realmente se trataba de una estafa:
Pues esto no le ha gustado ni cinco a los obispos católicos y lo han denunciado por blasfemia. Por esto, Edamuruku tuvo que asilarse en Finlandia y actualmente se encuentra en Helsinki, desde donde trabaja con sus abogados para defenderse de la santa ira católica.
Hay una petición de apoyo a Edamuruku, que estaría bien que firmaran.
Esto es muestra de que allá donde se les permita, las religiones impondrán la Inquisición todo lo que quieran. (Y el Papa puede guardarse sus discursos de pedir más libertad en la sotana con la que cubre su decrépito y asqueroso cuerpo en estado de descomposición).
Actualmente hay dos personas que están sufriendo especialmente las consecuencias de hablar racional e inteligentemente.
El primero es Alexander Aan, de Indonesia:
Alexander Aan, de 30 años, fue encontrado culpable de "difundir información de forma deliberada para incitar al odio religioso y la animosidad", dijo el presidente del tribunal, Eka Prasetya Budi Dharma al tribunal del distrito de Muaro Sijunjung en el oeste de Sumatra.
Aan inició un grupo ateo en Facebook en el que compartió historietas del profeta, dijo Dharma.
También subió tres artículos a su cuenta sobre el profeta.
"Bajo la ley de Información Electrónica y el régimen de Operaciones, lo condenamos a prisión por un período de dos años y seis meses", dijo Dharma.
"Lo que hizo ha causado ansiedad a la comunidad y empañado el Islam".
Aan fue golpeado por una turba enfurecida y detenido por la policía en su ciudad natal de Pulau Punjung en el oeste de Sumatra, en enero, después de publicar el material en línea y de declararse ateo.
El segundo es Sanal Edamuruku, quien tuvo la osadía de demostrar que un supuesto milagro en una parroquia católica en India, realmente se trataba de una estafa:
El 10 de marzo, Edamuruku, que es bien conocido en la India por su desenmascaramiento de supuestos milagros y de las habilidades que dicen tener los gurús religiosos (vean este artículo suyo del 2008 para New Humanist), fue invitado por el canal de TV-9 para visitar la Iglesia de Nuestra Señora de Velankanni en villa Parle, donde el agua había comenzado a gotear de los pies de una estatua de Cristo crucificado. Los fieles afirmaban que se trataba de "agua bendita", y las multitudes acudieron en masa a la iglesia para recoger el líquido milagroso en los contenedores.
Tras la inspección, Edamuruku fue capaz de revelar que la fuente del "milagro" era un sistema de drenaje con fugas, cuya agua estaba siendo aspirada y expulsada a través de los agujeros de los clavos de la cruz por medio de una acción capilar. Pueden ver un video de su investigación aquí:
Pues esto no le ha gustado ni cinco a los obispos católicos y lo han denunciado por blasfemia. Por esto, Edamuruku tuvo que asilarse en Finlandia y actualmente se encuentra en Helsinki, desde donde trabaja con sus abogados para defenderse de la santa ira católica.
Hay una petición de apoyo a Edamuruku, que estaría bien que firmaran.
Esto es muestra de que allá donde se les permita, las religiones impondrán la Inquisición todo lo que quieran. (Y el Papa puede guardarse sus discursos de pedir más libertad en la sotana con la que cubre su decrépito y asqueroso cuerpo en estado de descomposición).
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