jueves, 14 de junio de 2012

Por religión, un niño muere de apendicitis

En pleno siglo 21 resulta completamente incomprensible que haya padres que desechan lo que la ciencia puede hacer por la salud de sus familias y prefieren tratamientos 'alternativos'. Y por alternativos quiero decir que no son tratamientos, y que por tanto son inefectivos y mortales.

Esta dura realidad la vino a descubrir Zachery Swezey, quien murió mientras sus papás lo observaban sin hacer absolutamente nada:

Como miembros de la Iglesia del Primogénito, los Swezeys creen en la curación por la fe. Se les acusó de no llamar a un médico, mientras su hijo de 17 años de edad moría de una ruptura del apéndice, y ellos oraron por él para que se mejorara.

Greg y JaLea Swezey, los padres de Zachery fueron absueltos de asesinato en segundo grado y el jurado no supo qué hacer frente al cargo de homicidio en segundo grado (que es distinto al cargo de asesinato).

Mientras tanto, estos padres modelo se acogieron a sentencia anticipada por maltrato criminal en tercer grado y recibirán penas irrisorias.

Todo esto, gracias a que la ley RCW 9A.42.005 del estado de Washington prevé como tratamiento médico legítimo lo que sea que hagan en la iglesia de la Ciencia Cristiana, que redunda en una doble estupidez.

Por un lado, admite como tratamiento válido procedimientos completamente inútiles y que no se ha probado que funcionen. Y por el otro, es una clara muestra de privilegio religioso, ya que esa secta es la única que cuenta con su sanación como válida legalmente en el estado.

¿Alguien necesita más pruebas de que la religión es peligrosa?

(visto en Friendly Atheist)

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