Si creían que
Bogotá Gospel es una excepción que confirma la regla de que los cristianos no roban, se equivocaron.
Los cristianos creen que pueden acceder a los recursos públicos por el sólo hecho de tener una superstición - ahora estarían tratando de
succionar hasta el último centavo del Fondo Nacional del Ahorro (FNA) para pagarse sus campañas: