En abril, la alcaldía de Santa Marta ofreció un concierto del cantante Funky, un reggaetonero cristiano (!).
Como Colombia es un Estado laico, los ateos de la ciudad interpusieron dos derechos de petición, uno ante la Contraloría —que respondió abriendo una investigación— y otro ante la propia Alcaldía.
Ahora conocemos la respuesta de la Alcaldía que, como de costumbre, deja mucho que desear: