Uno de los delirios posmodernos es el concepto de interseccionalidad, a saber, las formas en que las "instituciones opresivas" (racismo, sexismo, homofobia, transfobia, capacitismo, xenofobia, clasismo, etc) están interconectadas y no pueden examinarse por separado la una de la otra. Es otra ridiculez de la teoría crítica pero, al igual que esta, goza de mucha popularidad, pues facilita el victimismo en varios órdenes de magnitud — sólo falta que alguien tenga cualquier rasgo 'opresor' para desestimar cualquier cosa que diga (el más popular es el mansplaining: decir que algo está mal, es equivocado o no tiene validez, sólo porque lo afirma un hombre).
En Los ángeles que llevamos dentro, Steven Pinker ofrece una explicación científica que refuta la hipótesis de la interseccionalidad (pág. 687):