Con todo lo que ocurre en el mundo actualmente, resulta difícil creer que los tiempos que vendrán serán mejores, y parece que el optimismo sólo queda reservado para los ingenuos (y los fascistas). Cada día que pasa da más la impresión de que se acerca el final del orden de la democracia liberal y la Civilización —que algunos se molestan en apellidar "occidental", como si hubiera habido alguna otra—. Mejor dicho, cada vez se hace más patente el rechazo a los valores ilustrados.
Esta semana, el columnista del New York Times David Brooks escribió sobre la crisis de la Civilización (occidental), y ofrece una explicación bastante pormenorizada aunque precisa de cómo llegamos a esta crisis: