domingo, 19 de enero de 2025

Vacuna contra el mito de Patarroyo



Hace unos días Colombia estuvo de luto por la muerte de Manuel Elkin Patarroyo, posiblemente el científico colombiano más famoso del país. Patarroyo genera odios y amores, según qué faceta suya se mire — y normalmente se confunde una faceta con las otras. Aquí vamos a tratar de mirarlas de manera separada.

Manuel Elkin Patarroyo, el científico


En 1987, Manuel Elkin Patarroyo presentó la primera vacuna sintética contra la malaria, la SPf66, y se la regaló a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Durante los siguientes ocho años, la vacuna fue puesta a prueba en varios lugares del planeta, pero su tasa de éxito era muy baja o directamente no era efectiva. Eventualmente, la OMS la registró como inactiva o descontinuada.

Patarroyo dedicaría el resto de su vida a la investigación de vacunas sintéticas, específicamente contra la malaria, la tuberculosis, la leishmaniasis, la hepatitis A, la amigdalitis y el dengue. En ello fue coautor de al menos 630 publicaciones, cuenta con un poco menos de 16,000 citas, y en algún momento su laboratorio tuvo casi 160 investigadores.

No tenemos motivos para dudar que, en el más estricto sentido del quehacer científico, Patarroyo hacía buena ciencia. Cuando se trataba de ponerse la bata blanca, preparar discos de Petri, mirar bajo el microscopio, anotar los resultados, y publicar sus datos para revisión y posterior publicación, Patarroyo parece haberse ceñido a las normas que rigen la ocupación. No hay retractaciones de sus papers, denuncias de datos manipulados, ni cosas por el estilo.

Manuel Elkin Patarroyo, el charlatán


Existen otras facetas, menos pulcras, de Patarroyo. No hay escasez de afirmaciones gratuitas y anuncios grandilocuentes que Patarroyo hizo, pero que nunca se materializaron o fueron respaldados por la evidencia.

Por ejemplo, la explicación que Patarroyo ofreció para la inefectividad de su vacuna SPf66 no fue que él no hubiera acertado a la primera (que, en puridad, es parte de hacer ciencia, y no debe entenderse como fracaso), sino que era por las "fuerzas oscuras" de la industria farmacéutica, que supuestamente veía como una amenaza a su modelo de negocio que él le hubiera regalado la vacuna a la OMS, por lo que habían decidido sabotear todos y cada uno de los ensayos clínicos.

Aunque no seré yo quien le cante alabanzas a la industria farmacéutica, parece que Patarroyo nunca se molestó en proporcionar evidencia de este complot contra su vacuna. De hecho, la vacuna incluso sería objeto de una revisión Cochrane, que tampoco encontró que fuera efectiva. Culpar a las farmacéuticas sin aportar evidencias es una teoría de la conspiración en toda regla.

Patarroyo enfrentó varias denuncias por traficar ilegalmente los monos nocturnos del Amazonas que usaba en su investigación, aunque finalmente los estrados judiciales lo absolvieron y permitieron que continuara con sus investigaciones. Una vez más, las farmacéuticas fueron acusadas de estar detrás de una campaña de desprestigio aunque, como de costumbre, nunca hubo evidencia de esto. (Y no hay que olvidar que los animalistas son perfectamente capaces de ser obstinadamente litigantes sin estar a sueldo de nadie.)

En cualquier caso, conspiración farmacéutica de por medio o no, a pesar de dedicar casi 40 años a la investigación de vacunas sintéticas contra toda una serie de enfermedades, Patarroyo nunca desarrolló otra vacuna.

Eso no significa que Patarroyo no anunciara más vacunas. Por ejemplo, en 2011 anunció que ahora tenía una vacuna contra la malaria efectiva en más del 100% (¿!), que llamó Colfavac (Colombian Falciparum Vaccine). Esta nueva vacuna se cayó en la segunda fase de ensayos clínicos.

En 2018, durante el I Congreso Mundial de Facultades de Farmacia (IPAP18) Patarroyo prometió que la nueva versión de la vacuna, la Colfavac 90-100, se empezaría a aplicar al año siguiente. Eso no ocurrió. Luego, en 2021, Patarroyo prometió una vacuna contra el Covid-19; la llamada Colsarsprot que sería entregada en apenas unos meses, en 2022. Eso tampoco ocurrió.

Una interpretación caritativa sería pensar que Patarroyo tenía más entusiasmo que prudencia al momento de hablar sobre su trabajo, y que la emoción se apoderaba de él cada vez que se ponía delante de un micrófono. No obstante, esa interpretación no podría explicar la tendencia que tenía Patarroyo por utilizar su prestigio científico para darle validez a ideas cuestionables o que directamente no son ciertas.

Por ejemplo, a pesar de que no tenía experiencia desarrollando vacunas contra virus, cuando la pandemia de Covid-19 llegó al país, Patarroyo dio entrevistas en calidad de experto, e incluso tuvo una reunión para asesorar al Presidente Duque, escenarios en donde echó mano de su autoridad científica para decir cosas demostrablemente falsas y esparcir desinformación, en contra de lo que los investigadores del Covid estaban diciendo. Así, Patarroyo ayudó a la confusión general, y posiblemente a que hubiera un mayor número de infectados y de muertos. Ante las críticas de que su especialización era en enfermedades tropicales causadas por parásitos, y no en virus de transmisión aérea, su respuesta fue que "son iguales" en vista de que todo son moléculas y proteínas. Facepalm!

En otra ocasión le dijo a la revista católica Ecclesia que el grado de incertidumbre al analizar el núcleo de los átomos le indicaba que el mundo estaba muy ordenado (?) y que eso significaba que había un creador universal — lo que es un fracaso monumental en pensamiento crítico y, para completar, no apunta a que el catolicismo sea la religión verdadera más de lo que podría apuntar al budismo, el jainismo o la religión cargo.

Ahh, y por supuesto, no podía faltar el apunte de rigor de que el catolicismo y la ciencia son compatibles. Hay pocas cosas más lamentables a que un investigador utilice su prestigio científico para rehabilitar la superstición organizada de sus afectos. Como ya hemos explicado antes, las religiones ofrecen afirmaciones basadas en la revelación, la fe o la autoridad; mientras la ciencia ofrece afirmaciones sobre el mundo basadas en la mejor evidencia disponible, y susceptibles de modificación según nueva y mejor evidencia. Así que la afirmación de compatibilidad entre ciencia y religión es como decir que el fútbol es compatible con meter goles con la mano.

A mí siempre me dan lástima los científicos católicos que se ponen a escupir estas chorradas pero nunca se molestan en indicar un solo paper revisado por pares y publicado en una revista científica de amplia trayectoria y alto factor de impacto donde se dé por buena, o siquiera posible, la doctrina de la transubstanciación (según la cual, dice la Iglesia Católica, la harina se convierte literalmente en carne humana).

La frecuencia con la que Patarroyo hacía promesas rimbombantes y afirmaciones extravagantes para las cuales parecía pensar que su título de investigador era evidencia más que suficiente pone en tela de juicio la idea de que él simplemente se dejaba llevar por la emoción ingenuamente al tener una grabadora cerca.

Manuel Elkin Patarroyo salva al país


En Colombia, la ciencia no es vista como la interrogación escéptica del Universo mediante la cual satisfacemos nuestra curiosidad al tiempo que descubrimos cómo funciona el mundo a nuestro alrededor, y concebimos formas de interactuar con nuestro entorno que nos resulten ventajosas, sino que es más bien entendida como el ejercicio de un rito pagano industrial, ejercido por una especie de monjes con acceso secreto a un tipo de conocimiento de entre muchos varios, gurús cuyas prescripciones pueden ser tomadas más o menos a discreción, dependiendo de qué tanto comulguen con la idiosincracia nacional. Por eso, los científicos son tratados como una especie de bichos raros que ocasionalmente se transforman en sabios redentores con la verdad revelada para salvar al país, aunque sus prescripciones siempre terminan recogiendo polvo. La suspicacia y el desdén que en el país se tiene contra la ciencia son descomunales; y en consecuencia, todas las administraciones, del signo político que sean, la han tratado como un botín burocrático.

Esta fue una realidad que Manuel Elkin Patarroyo tuvo que navegar, y todo apunta a que no lo hizo nada mal. Si no de manera explícita, al menos a nivel instintivo, Patarroyo comprendió muy temprano que Colombia tiene ese malsano hábito de endiosar a los ciudadanos que consiguen el nebuloso propósito de "salvar al país", para satisfacer una suerte de necesidad psicológica, rascando esa picazón psicótica colectiva de quedar bien. Esto deriva en una tendencia a crear cultos y proto-cultos de la personalidad, que facilitan la explotación por parte de las personalidades instaladas en el panteón colectivo nacional. Y empiezan los círculos viciosos de "salvar al país" y consolidar su lugar en el pedestal, "salvar al país" y cimentar la posición, "salvar al país" y... así por toda la eternidad.

Desde que desarrolló la vacuna SPf66, Patarroyo consiguió ser puesto en el pedestal nacional, siendo canonizado como el científico estrella del país. En esta calidad le lloveron premios, galardones, honoris causa, invitaciones a conferencias y todo tipo de condecoraciones y homenajes, y la periodista Flor Romero escribió su biografía autorizada. En 1995, el mismo año en el que la vacuna SPf66 finalmente sería rechazada definitivamente por inefectiva, Patarroyo fue nombrado como uno de los 100 colombianos más influyentes y poderosos del país.

Después de casi una década de "salvar al país" al lomo de una vacuna fallida, a Patarroyo le llegó una nueva oportunidad de "salvar al país" con la primera Misión de Sabios, la farsa del gobierno nacional de convocar sabios salvadores y pedirles sus recomendaciones, para luego ignorarlas olímpicamente. Años más tarde, en una expresión de algo que no puede sino ser descrito como populismo, al anunciar la primera vacuna Colfavac, Patarroyo también prometió que todas sus vacunas llevarían el prefijo 'Col', "para que la gente sepa que fuimos los colombianos los que resolvimos el problema de la malaria, de la tuberculosis, del dengue y de esa manera se le otorgue el crédito y reconocimiento al país". El número total de vacunas efectivas con el prefijo 'Col' desarrolladas por él y su equipo permanece igual, catorce años después: cero.

Otro problema con la beatificación de los salvadores de la patria es que, una vez instalados en ese pedestal, todos se conocen con todos, y aparentemente Patarroyo tenía una facilidad pasmosa para amistarse con los tipos que son elegidos Presidente del país. Posiblemente su expresidente más cercano fuera Belisario Betancur, en cuyo funeral Patarroyo dijo haber sido el 'hijo bobo' de esa familia, y que cuando estuviera completada la vacuna de la malaria, esta también sería obra de Betancur.

Con una buena suerte normalmente reservada para políticos y personajes de la farándula, Patarroyo consiguió acaparar durante años más de la mitad del presupuesto nacional de investigación. Los fondos se depositaban en las cuentas de la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (Fidic), la organización que Patarroyo fundó con su familia "y ex mandatarios colombianos".

La página de la Fidic es una oda a los albores del diseño web, y no parece haber recibido ninguna actualización en más de 10 años. No tienen secciones de misión, visión, acerca de, historia, ni mucho menos información sobre sus fundadores o su junta directiva — ni siquiera hay nada que indique que su co-fundador más famoso ha fallecido. Ciertamente no es la página web que uno esperaría de una organización que durante varios años consecutivos consiguió hacerse con más de 1,000 millones de dólares americanos del erario.

El investigador siempre adujo que tan abultada financiación era necesaria para pagar a sus investigadores, conseguir sujetos de investigación y materiales, y mantener las instalaciones. Aparentemnte la producción investigativa de la Fidic se ha mantenido constante hasta el día de hoy a pesar de que más o menos a partir de 2010 dejó de recibir financiación del gobierno colombiano. Sus fuentes de financiación posteriores incluyen al gobierno español, la Caja de Ahorros de Navarra, y la Universidad del Rosario. Para el presunto desarrollo de la vacuna Colsarsprot recibió financiación de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales y de la opaca Fundación Internacional Limitada Greenstone de Hong Kong.

Todo esto plantea preguntas que Patarroyo nunca se molestó en responder seriamente. Infortunadamente, la respuesta de Patarroyo era que —como a todo buen salvapatrias que se respete— le tenían envidia. No es envidia: si él estaba recibiendo la mitad del pastel, mientras todos los demás investigadores del país, si les iba bien, conseguían migajas, no sin antes haber tenido que sortear exitosamente toda una carrera de obstáculos burocrática, entonces exigir transparencia y que se nivele el campo de juego no es envidia, sino una petición absolutamente razonable.

A pesar de esto, la buena fortuna típica de una celebridad lo siguió hasta el final de su vida. Por lo menos hasta el año pasado, Patarroyo estuvo en la nómina de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional como catedrático de tiempo completo, con un salario exorbitante, a pesar de no dictar clase desde los Noventa. ¿Y quién no quiere pagarle una fortuna a alguien que se dedica a "salvar al país"?

Patarroyo no necesitó diseñar mal sus experimentos, hacer p hacking o amañar sus datos para hacerle daño a la ciencia colombiana: de las cuatro normas mertonianas que conforman el espíritu de la ciencia moderna, Manuel Elkin Patarroyo cómodamente rompió dos o tres de manera habitual.

El valor mertoniano del desinterés personal consiste en que los científicos deben actuar en beneficio de la empresa científica común más que por ganancia personal. Es claro que en este aspecto Patarroyo prefirió su interés propio, y en el proceso perjudicó a otros investigadores. También es claro que al culpar a las farmacéuticas sin proporcionar evidencia, Patarroyo atacó el valor mertoniano del escepticismo organizado: hay que tener un exceso dañino de autoestima para deplorar el trabajo de todos los demás científicos que se dieron a la tarea de poner a prueba sus vacunas y no encontraron que fueran efectivas, y acusarlos de ser todos comprados por las farmacéuticas o de ser todos tan ineptos como para no darse cuenta de que sus ensayos clínicos estaban siendo saboteados.

Incluso, el valor mertoniano del universalismo se vio emboscado por Patarroyo con su promesa de nombrar sus vacunas con el prefijo 'Col' para que el mundo supiera que fueron los colombianos quienes habían conquistado la malaria. El provincialismo es tan compatible con el universalismo como la religión lo es con la ciencia. Con algo de caridad, se podría hacer un argumento de que el único valor mertoniano que Patarroyo respetó fue el del comunismo, cuando regaló su vacuna a la OMS, lo que sí conduce al sentido de propiedad común y de acceso a los bienes científicos.

Al final, creo que Patarroyo consiguió su meta más ambiciada, que fue dejar muy en alto el nombre de Manuel Elkin Patarroyo. En su biografía autorizada, el investigador afirmaba que estaba "condenado a ganarse el Nobel". Nunca le pasó, ni falta que le hizo: para "salvar al país" tan sólo basta con hacer afirmaciones grandilocuentes, y esperar que nadie les haga seguimiento. Y así lo hizo él, de manera sistemática, durante casi 40 años.

(imagen: MedellínUNAL)

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domingo, 12 de enero de 2025

Hitchmas, dos conmemoraciones a Christopher Hitchens



En diciembre de 2024, Lawrence Krauss decidió hacer un episodio especial de su podcast Origins, para conmemorar a Christopher Hitchens, quien murió 13 años antes. El evento conmemorativo fue llamado Hitchmas, mezclando el apodo cariñoso de Hitchens, con 'Christmas' (Navidad, en inglés), y consistió en un panel con el propio Krauss, Richard Dawkins, Stephen Fry y Douglas Murray.

Aunque esta sería una introducción más o menos decente para alguien no muy familiarizado con Hitchens, para mí el contenido fue muy ligero; ya había escuchado antes la mayoría de anécdotas, y creo que el respeto que Hitch inspira produce al mismo tiempo una timidez casi comprensible al momento de responder qué haría Hitch en estos momentos; postura que después de casi 15 años empieza a volverse monótona.

Mi intención original era hacer una breve reseña de la conversación; sin embargo, gradualmente se fue convirtiendo en un comentario general de varios temas, cuyo único hilo conductor es la vida y obra de Christopher Hitchens. A pesar de que no era lo que me propuse al empezar, me parece que esta versión final ofrece una modesta contribución a la conmemoración de Hitch que hicieron estos cuatro amigos suyos.

Así que sin más preámbulo, esta fue la conversación entre los panelistas convenidos por Krauss:

miércoles, 8 de enero de 2025

Mubarak Bala es libre



Desde hace años, las autoridades de Nigeria han perseguido al humanista Mubarak Bala por pensar diferente. Bala fue encerrado en un asilo psiquiátrico en 2014 por no creer en dioses; en 2020 fue arrestado por el pseudo-delito de blasfemia, y en 2022 fue condenado a 24 años de prisión. Ahh, las cosas que ocurren en las tierras subyugadas por el islam.

Desde entonces dimos la voz de alerta, y varias organizaciones ateas, de DDHH y de libertad de conciencia empezaron a trabajar para poner fin a esta detención arbitraria.

lunes, 30 de diciembre de 2024

La FFRF contra la biología



La Freedom from Religion Foundation (FFRF, que más o menos viene a traducir Fundación para ser Libres de la Religión) es un organización activista que desde hace años aboga por la separación del Estado y la religión en EEUU, y es dirigida por la pareja Annie Laurie Gaylor y Dan Barker.

Después de que croniqué cómo la Justicia Social™ arruinó el ateísmo (y el movimiento escéptico), la FFRF fue una de las pocas organizaciones nominalmente humanistas en las que seguí confiando, pues habían tenido la sensatez suficiente como para no adoptar el chovinismo woke. (Dicho lo cual, la barra estaba demasiado bajo, porque, en puridad, ¿qué clase de organización de DDHH que se respete sólo le hace frente al chovinismo cuando es escupido por los religionistas, pero hace la vista gorda cuando es vomitado por sus activistas y organizaciones supuestamente aliadas, sólo que cambiando el signo del sexo y color de piel?)

Pues bien, eso ha terminado esta semana, cuando FFRF decidió capitular a los caprichos del sector más radical del activismo trans.

sábado, 28 de diciembre de 2024

Cómo funciona una cámara cazafantasmas



Un día cualquiera te encuentras donde tu amigo, quien jura y come tierra que en su casa hay un fantasma. Harto con tu escepticismo, tu amigo llama a un supuesto cazafantasmas (no de los de la peli, aunque sería más equivocado decir "de los de verdad"). El cazafantasmas trae consigo una cámara, que apunta al área de la casa donde tu amigo dice que suele estar el fantasma, y, como por arte de magia, un esqueleto de líneas verdes aparece en la pantalla en un lugar de la casa donde no hay nadie.

Una vez que el cazafantasmas se ha ido, no sin antes cobrar por sus servicios, tu amigo se dará por satisfecho de que ha demostrado en tiempo real que los fantasmas existen. A pesar de la imposibilidad del caso, la cámara mostró un esqueleto de líneas verdes donde no había nadie, así que te quedas rascándote la cabeza y preguntándote cómo pasó esto.

martes, 24 de diciembre de 2024

Memes cristianos: El pesebre vacío



Quienes tenemos seres queridos que todavía reenvían cadenas de mensajes como si fuera 1995 seguramente hemos recibido alguna variante del meme católico del pesebre (o belén) que termina vacío para ser suficientemente incluyente:

domingo, 8 de diciembre de 2024

¡Cayó Bashar al-Assad!



Buenas noticias — esta madrugada, el dictador sirio Bashar al-Assad (o Ásad) huyó del país mientras los rebeldes capturaban Damasco:

sábado, 7 de diciembre de 2024

Día de Velitas y la Inmaculada Concepción



La noche de cada 7 de diciembre, muchas personas en Colombia celebran el Día de las Velitas (también llamado Noche de Velitas), prendiendo varias pequeñas velas de cera; a veces las meten en faroles y a veces las ponen frente a sus casas.

Aunque con el paso del tiempo la celebración se ha sincretizado y secularizado un poco, y en algunas partes ha empezado a marcar más ampliamente el inicio de las festividades navideñas, el Día de Velitas nació como una vigilia por el dogma católico de la Inmaculada Concepción de la 'virgen' María, celebrado en esta fecha. Aunque para los católicos mayo es el mes mariano, el dogma de marras es celebrado a finales de año porque fue el 8 de diciembre de 1854 cuando el Papa Pío IX lo proclamó en su la bula Ineffabilis Deus. El Día de Velitas es una efeméride, pues.

¿Qué es el dogma de la Inmaculada Concepción? El mito católico contiene cuatro dogmas (o supuestas verdades reveladas por dios) sobre la 'virgen' María. El de la Inmaculada Concepción dice que esta palestina nació sin pecado original, porque si iba a ser la mamá del zombie judío, no podía ser pecadora, así que, a mediados del siglo 19, el Capo de Tutti Capi hizo canon la noción de que la elegida para ser violada por el Espíritu Santo estaría libre de pecado original.

miércoles, 4 de diciembre de 2024

Bélgica reconoce derechos laborales de trabajadores sexuales

miércoles, 27 de noviembre de 2024

Cuando los escépticos se equivocan: Refutando al refutador



Esta es una traducción libre del artículo When Skeptics Get It Wrong: Debunking The Debunker, por Jon Guy, publicado originalmente en The Curious Case of Science el 23 de noviembre de 2024.

[Nota del Traductor: Las oraciones en bloque de citas corresponden al texto traducido de una imagen. Las imágenes originales pueden ser consultadas en el texto original]


jueves, 21 de noviembre de 2024

#MockingGod: Concurso de Charlie Hebdo para burlarse de dios



En enero de 2015, el semanario satírico francés Charlie Hebdo sufrió un ataque terrorista por parte de dos musulmanes que entraron en sus oficinas y abrieron fuego, segando la vida de 11 personas e hiriendo a 14 más.

Hace unos días (mediados de noviembre 2024) la revista lanzó la campaña #MockingGod ("Burlándose de dios"), para conmemorar el décimo aniversario de la tragedia:

miércoles, 13 de noviembre de 2024

¡Los leopardos se comieron mi cara!


Tras la victoria electoral de Donald Trump la semana pasada, a quienes conservamos en alta estima la democracia liberal y el orden internacional basado en reglas nos vendría bien una fuente para el optimismo. Mientras la encontramos, hoy tenemos el concepto de que "¡Los leopardos se comieron mi cara!", con el que al menos nos podremos reír bastante si el mundo se termina yendo al carajo. (Y también si no.)

La idea es la siguiente: hay ciudadanos que votan por un partido político o candidato reaccionario que tiene propuestas crueles e inhumanas, y luego se quejan al ser afectados por dichas políticas. Pues alguien notó el fenómeno y lo resumió como "'Nunca pensé que los leopardos se comerían MI cara', solloza la mujer que votó al Partido de los Leopardos que se comen la cara de la gente". Internet hizo lo suyo, y la idea tomó vida propia bajo el concepto "Leopards ate my face!" (¡Los leopardos se comieron mi cara!), que cuenta en cada red social con más de un grupo, página, y hashtag, donde los usuarios reportan o publican pantallazos de este tipo de casos, para la diversión y entretenimiento del resto de usuarios.

Esta semana, esos foros están a rebosar de casos de votantes de Trump a quienes los leopardos MAGA ya les empezaron a comer la cara: los supremacistas blancos ya le dijeron a los votantes negros de Trump que gracias por su voto pero que no se hagan ilusiones de que hacen parte de la "familia MAGA", y varios latinos han preguntado preocupados si sus padres sin papeles o novias que se quedaron más tiempo del permitido por su visa de trabajo también serían deportados a pesar de no haber cometido ningún delito, y así están llegando casos a cascoporro. Muchos votantes de Trump que trabajan en fábricas se llevaron desagradables sorpresas al enterarse que el bono de Navidad no llegará este año, porque su empresa va a usar ese dinero para importar insumos antes de que Trump ponga en marcha sus prometidas tarifas, que harán que los precios suban por las nubes. Oops!

Si les da el estómago, estén pendientes de sus contactos que apoyaron o votaron por Trump, y tomen capturas de pantalla. Seguramente, más pronto que tarde, estarán publicando quejas de que nunca se imaginaron que los leopardos se comerían su cara. Con los tiempos que se avecinan no debemos subestimar el valor que tendrá el humor.

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sábado, 26 de octubre de 2024

Alternativas a la barbarie



Una de las desgracias de crecer en Colombia es tener que soportar a las criaturas que constantemente escupen la opinión de que el país necesita una dictadura — una afirmación absolutamente delirante, considerando que el prohibicionismo es la única forma en la que se hace política pública en el país: si un problema no se puede resolver prohibiendo algo, entonces se asume que no se puede resolver. Para completar, el talante consistentemente autoritario de los impresentables que se montan a la Presidencia haría pensar a cualquier observador imparcial que esto es un requisito para el cargo. Básicamente, Colombia nunca está muy lejos de una dictadura.

En cualquier caso, la criatura de turno soltará esa profana opinión —o una semejante— como si fuera la solución a un problema social, real o imaginario: sea la corrupción, la inseguridad, el crimen organizado, las leyes absurdas, la burocracia, o los jóvenes haciendo cosas de jóvenes; traicionando en el proceso que no tiene ni pajolera idea de cómo, en una dictadura, la burocracia, la corrupción, la inseguridad y el crimen organizados campan a sus anchas.

Entre los cursos de acción más aclamados por este tipo de criaturas se encuentran la pena de muerte por corrupción, y la cadena perpetua para violadores de niños (salvo que sean sacerdotes, en cuyo caso, prefieren no hacer nada). Y siempre tienen a la mano la excusa perfecta: algún pretendido bien moral y social, como la defensa del herario, o el memético "¿alguien quiere pensar en los niños?".

lunes, 16 de septiembre de 2024

La mala ciencia de los microplásticos



Los microplásticos están de moda, y la comunidad científica los está encontrando hasta en la sopa: se han encontrado en el agua embotellada, en el cerebro, en los penes, en el semen, en el líquido amniótico, y hasta en las profundidades del océano.

¿Qué son los microplásticos? Al descomponerse, un producto plástico normal produce pequeñas partículas, llamadas microplásticos (fragmentos de cualquier tipo de plástico de menos de 5 mm de longitud) y nanoplásticos (que, dependiendo de la definición, tienen un tamaño inferior a 1 μm —es decir, 1000 nm— o inferior a 100 nm). Por economía del lenguaje, y para efectos de este post, al decir "microplásticos" vamos a referirnos a ambos tipos de partícula.

Además del detrimento medioambiental que pueden significar, los microplásticos también podrían suponer peligros para la salud humana y animal. Estas partículas pueden terminar en nuestros organismos al ingerir alimentos que los contengan, por inhalación y por contacto. Y se estima que los daños podrían ser físicos (si los microplásticos entran en las células), de disrupción endocrina (afectando la producción hormonal), y tóxicos (por acumulación de cosas que están en los microplásticos).

Esto hace que los hallazgos de microplásticos en todos los rincones de nuestra existencia pinten un panorama inquietante. ¿Qué tan preocupados deberíamos estar? Pues parece que en este punto del espacio-tiempo, la ciencia de los microplásticos no es tan definitiva como podría pensarse tras echarle un vistazo a los titulares. Este tema fue explorado inicialmente en el genial podcast The Studies Show, de Stuart Ritchie y Tom Chivers, y a partir de ahí empecé a tirar del hilo; y en líneas generales comparto las conclusiones del programa: puede que los microplásticos finalmente sí represente un verdadero problema de salud pública, pero por el momento no contamos con la evidencia necesaria para hacer afirmaciones de este calibre. Veamos.

Desafíos metodológicos


En particular, parece que el estudio de los microplásticos no es tan fácil como soplar y hacer botellas, así que los investigadores se han topado con problemas metodológicos que no son fáciles de resolver.

sábado, 24 de agosto de 2024

Vaticano retoma diplomacia con dictadura de Venezuela



En las últimas semanas, el mundo ha visto cómo Nicolás Maduro se aferra al poder en Venezuela a pesar de que claramente perdió las recientes elecciones presidenciales; los países de la región están buscando la manera de que acepte los resultados y deje de una buena vez que los venezolanos traten de rescatar el país del hoyo en el que lo sumió el chavismo.

El Vaticano, por su parte, envió a un nuevo nuncio (palabra pomposa para decir "embajador") para que le presente sus credenciales al dictador: